viernes, 25 de octubre de 2019

Recolectores de nueces

András, 25 Octubre de 2019

Violencia desatada, rabia sin contener, contenedores ardiendo, cristales rotos, comercios arrasados, periodistas con casco e identificados con brazalete, golpes, heridos, balas de goma, barricadas en las calles, coches quemados, cohetes y adoquines que vuelan por el aire con destino a las fuerzas de seguridad, etc... Esta imagen, más propia tiempos de guerra, es el lamentable espectáculo vivido en Cataluña durante la pasada semana.

Y todo por no estar de acuerdo con una sentencia judicial en un Estado de Derecho con plenas garantías procesales. ¿Qué clase de sociedad es la catalana independentista? ¿Es esto lo más parecido a la Europa moderna que tenemos en España? ¿Son estos los jóvenes formados en la Cataluña vanguardista de la que presumen? A ver si estábamos equivocados y la España desarrollada es otra.

Lamentable imagen la que proyectan al exterior quienes, declarándose antifascistas, actúan como tales y tratan de imponer su propia ley. No aceptan las normas, las leyes ni las sentencias, nada que no sea el rodillo independentista. Posiblemente, quienes piensan y actúan así, sueñan con una Cataluña dominada por el yugo de los independentistas y señalando a quienes no son de su cuerda. ¿Eso no es fascismo?

Se envuelven en la bandera del pacifismo para tratar de confundir, pero son sectarios y violentos, a la vez que pregonan una cosa y hacen a contraria. ¿Cómo podemos respetar a quienes definen su violencia como defensa de derechos, y la acción policial cómo represión?

El problema es que, al final, los violentos van a conseguir su objetivo, que no es otro que trasladar al mundo una imagen de caos y de supuesta represión del poder central en Cataluña. Para ello, no hay como una buena dosis de provocación para que te golpeen (aunque sea legalmente) y así puedas presentarte como una víctima. Heridos graves y algún muerto tampoco les vendría nada mal. Todo sea por la causa.


Esto ya lo hemos visto antes en muchos sitios. Se trata de intentar derribar el totalitarismo invocando al anarquismo o sino, ¿como se llama eso de prohibir expresarse en su propio idioma, mostrar una bandera diferente o señalar a aquellos negocios que no están a favor de la causa? Extorsionar a todos aquellos que no piensan como uno mismo, esa es la táctica del independentismo catalán. Igual que se hizo antes en el País Vasco pero con una diferencia sustancial, allí los políticos recogían las nueces del árbol que movían los violentos. Aquí los que recogen las nueces también están dispuestos a mover el árbol. Es una nueva forma de recolectar las nueces.

Publicado en PontevedraViva.com el día 25 de Octubre de 2019


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