domingo, 5 de julio de 2015

Pensamientos desde TAPEDELLO (27)

Tapedello, 05  Julio de 2015

Ya tiene lo que quería

Finalmente, el procesado por prevaricación, Juan Manuel Rey, ha sido investido como alcalde de Caldas de Reis. A pesar de su imputación primero y procesamiento después, se presentó a las elecciones y las ganó (todo ello, hay que decirlo, gracias a la incompetencia de Besteiro que no se atrevió a aplicar el código ético del partido). Rey, dice ahora que “non debemos xudicializar a vida municipal”. ¿Y quién lo hace sino usted que está procesado por un presunto delito de prevaricación? De la responsabilidad suya y de la de su jefe ya me he expresado en numerosas ocasiones. Pero, ¿qué hay de la responsabilidad de los que le han votado?

Electoralismo

Esta semana Rajoy ha presentado ante los españoles una bajada del IRPF con un único fin: mejorar la imagen del Gobierno y conseguir votos de cara a las próximas elecciones generales. ¿Es esto populismo? Me da por pensar que si, pero no creo que un Gobierno que está sustentado por un partido que ha hecho de la lucha contra el populismo una de sus banderas, utilice las estructuras estatales para hacer lo que condena.

El Senado: cementerio de elefantes


A las peticiones de los socialistas de incluir a Besteiro como Senador por designación autonómica, se une la del PP de hacer lo mismo con Fabra y Rita Barberá. A pesar de que las elecciones les han dado un palo tremendo, no hay manera de echarlos a la calle. Ahora será el Senado, ese cementerio de elefantes que no vale para nada, el que acoja a estos inútiles. Besteiro, Fabra, Rita Barberá, Griñán, y muchos otros son unos inútiles que como no pueden encontrar un trabajo por si mismos, chupan de la teta estatal anclados al Senado. Sillones de cuero, buena retribución, gastos pagados y cero responsabilidad. Les felicito por su incompetencia. Nadie ha conseguido tanto con tan poco.

En los próximos días, el Senado verá engrosadas sus filas con dos nuevos miembros. Los "fenómenos" Fabra y Rita Barberá contribuirán con su sapiencia a la ridiculización de la Cámara Alta.

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