Pontevedra, 28 Julio de 2015
La ley electoral es
motivo de muchos debates, sobre todo cuando se acercan elecciones, o cuando se
han celebrado y los partidos grandes han perdido poder. Ese es el
motivo por el que actualmente la ley electoral ha vuelto a formar parte del
debate político. El PP ha perdido mucho poder en las elecciones municipales y
ahora quiere cambiar las reglas de juego para verse favorecido. Hay muchas razones por las que existe esta ley, pero
otras por las que no debería existir:
1. TERRITORIALIDAD
Una de las defensas principales del sistema
electoral actual es defender a las pequeñas poblaciones de las grandes urbes
que se comerían los votos. Pero no es efectivo:
- Los grandes partidos reparten sus diputados por
provincias según crean que van a salir o no. Rubalcaba fue diputado por Cádiz,
Trinidad Jiménez por Málaga mientras se presentaba a la presidencia de la
Comunidad de Madrid y Santiago Cervera, del PP navarro, fue en las listas de Madrid para asegurar que salga
diputado. Los diputados
de los grandes partidos no representan a los territorios por los que fueron
elegidos.
- Los partidos nacionalistas apenas caerían con la circunscripción única.
- Al hablar de territorialidad, hablamos de votos a
mayoritarios en ese territorio, pero la exclusión del voto a la ‘clase media’.
Un voto a IU en Madrid o Barcelona vale para algo. El voto a IU de un coruñés,
no vale para nada. No beneficiamos al coruñés. Beneficiamos al coruñés que vote PP,
PSOE o BNG. Un voto coruñés en circunscripción única
podría ayudar al escaño tanto de PP, PSOE o BNG como al de IU, UPyD o cualquier
otro. Saldría perdiendo el voto coruñés a un partido minoritario regional, pero
ese tampoco logró representación con el sistema actual.
- Para asegurar la territorialidad está el Senado.
¿Qué el Senado no vale para nada? Pues quitémoslo. Pero tenemos un sistema doble
que no asegura la territorialidad más de lo que lo haría la circunscripción
única.
2. REPRESENTACIÓN
En aras de esa territorialidad, que como vemos
apenas se vería afectada (o afectada para bien incluso), quedan fuera partidos
como Equo con más de 200.000 votos.
- Hay cinco partidos en el Congreso con menos votos que Equo
- Hay dos partidos en el Congreso con menos votos que el PACMA
- IU y UPyD casi doblarían su representación.
Al final el sistema castiga a la clase media política. Si no eres del primer
escalón o del último, la ley te perjudica.
3. GOBERNABILIDAD
Otro de los argumentos a favor de esta ley es que,
al favorecer a los grandes (sin ella el PP no tendría mayoría absoluta y
PP-PSOE perderían 33 escaños) favorece la gobernabilidad. O sea, favorece que
se decida más fácilmente, que haya que negociar menos, que se necesiten menos
apoyos y que decidan menos partidos. En pocas palabras, favor e los rodillos de las
mayorías absolutas.
¿Es esto poco práctico? Si pensamos que lo práctico
es que sólo decida uno, optemos por un sistema a la americana, en la que se
vota al presidente y el que gana, gana. Sin más. ¿O es más práctico que las
decisiones que se tomen contenten a un mayor número de personas ya que
representan los intereses de más gente?
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