András, 08 julio de 2023
Así es la derecha española. Está llena de devotos de la nación de pacotilla, que ven el mundo desde su atalaya dorada. Gente como Carlos Herrera, que gana ocho millones de euros anuales, más de 20.000 € al día, y que, como no tiene suficiente dinero para pagar los impuestos que le corresponden, interpone una sociedad pantalla para escamotear el pago. Un tipo que se dedica a insultar cada mañana a los miembros del gobierno de la misma España que tanto dice querer desde un micrófono propiedad de la Iglesia española. ¡Un auténtico patriota!
Un tipo que, como le debe parecer que la clase trabajadora de este país está demasiado bien pagada, se manifiesta contrario a la subida del salario mínimo a 1.000 € porque asegura que llevará a la destrucción de las empresas. De la que le paga a él no, desde luego. Celebro la condena que ha recibido, y espero que la sanción sea contundente. A la altura de un español de bien como él.
Esta es la gente que tenemos, la que tiene el poder desde la política, las empresas o los medios de comunicación. Los que se rasgan las vestiduras cada día envolviéndose en la bandera pero que, a la hora de cumplir, se esconden y tratan de engañar. Son los que tiran contra los que menos tienen, los que aplauden la supresión del impuesto a las grandes fortunas y que, cada dos por tres, se les escapa algún comentario machista. La gente de toda la vida, la del sobrero, copa, puro y toros; en resumidas cuentas, la gente de pasta.
Para esta gente quiere gobernar Feijoo, para mejorar sus ya inmejorables condiciones de vida. Lo que no entiendo es cómo le puede votar la otra gente, la normal, la que llega justa a fin de mes y la que necesita de las ayudas para sobrevivir. La que hace cola para una cita médica en los centros de salud que la derecha esquilma, la que lleva a sus hijos a los colegios públicos que la derecha se empeña en desmantelar poco a poco a base de subvenciones a los privados. La gente que es engañada con bajadas de impuestos ficticios que derivan en un empeoramiento de los servicios públicos de los que dependen. No entenderé nunca, como esta gente puede votar a la derecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario