sábado, 27 de febrero de 2016

Valencia, ¿el modelo a seguir?

Pontevedra, 26 Febrero de 2016

La Comunidad Valenciana se ha hundido. Ha tocado fondo. Con la mayor deuda de España, sin bancos ni cajas propios y con gravísimos casos de corrupción, la tierra que un día fue próspera y envidiada se ha convertido en el símbolo del desvarío político, el desfalco al erario público y la mala gestión.

Otra trama de corrupción en el PP valenciano ha salido a la luz, la penúltima, pero las formas de actuar son las mismas que hemos visto en las anteriores tramas, tanto en esta como en otras Comunidades gobernadas por el partido; un partido que se ha convertido en una organización podrida por la corrupción, de la que se ha financiado y nutrido, por mucho que sus dirigentes sigan intentando presentarla como un problema de personas o de la naturaleza humana.

El PP ha pasado de presentar la gestión de Valencia como modelo a seguir a sentirse avergonzado por ello. Cuando Valencia era una fiesta y era el punto neurálgico de los grandes acontecimientos deportivos mundiales con todos sus políticos (los del PP) en estado de gracia y envidiados por sus adversarios y reverenciados por sus compañeros, Mariano Rajoy ponía como ejemplo de buena gestión económica al Gobierno de Francisco Camps y afirmaba: “Ese es el modelo que yo quiero aplicar para el Gobierno de España”. Hoy, cada vez que le sacan estas declaraciones en algunos medios de comunicación, seguramente desearía que lo tragase la tierra. Incluso cuando ya había estallado el famoso caso de los trajes del ex-presidente, Javier Arenas, que por entonces era el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía, todavía tenía la cara de asegurar: “Gobernar no es gastar más, sino gastar mejor. Gobernar es imitar a Camps”. El político valenciano era considerado por los dirigentes de su partido como espejo en que mirarse y modelo a seguir.

De aquello a lo de ahora han cambiado muchas cosas. Múltiples son los nombres vinculados al PP valenciano que se han visto implicados, en uno u otro momento en diversas causas relacionadas con tramas de corrupción en la Comunidad. Hasta 127 encausados en diversas investigaciones. Los escándalos por corrupción se suceden ininterrumpidamente desde hace años infectando todo el territorio. El caso Fabra, en Castellón; Emarsa, en Valencia; el caso Brugal, en Alicante, y, sobrevolándolo todo, el caso Gürtel, en el que se investiga la más que supuesta financiación irregular del PP. Faltaba Iñaki Urdangarin para que el deterioro fuera aún mayor. Y todavía hay escándalos que no han salido a la luz.


Pero el PP puede seguir presentando la gestión de Valencia como la propia del partido. Como aquélla donde la corrupción campa a sus anchas a pesar de que traten de decirnos que son casos aislados. La podredumbre del partido es absoluta y ya no afecta solo a la organización política, sino que han conseguido llevarla a las instituciones, logrando que los ciudadanos las percibamos como lugares corruptos donde el dinero público cambia de manos con una facilidad asombrosa.

Publicado en PontevedraViva.com el día 26 de Febrero de 2016

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