Tapedello, 21 Febrero de 2016
Postureo
Tras dos meses desde las elecciones, solo tenemos elegido
al primer presidente de la legislatura, en concreto el del Congreso que es el
socialista Pachi López. El resto todo son conjeturas y postureo. Es un término
muy concurrido últimamente en España en los ambientes político-mediáticos. Es
postureo que el PP exhiba el nombramiento de López como prueba de su
disposición al diálogo cuando es evidente que no tenía ninguna posibilidad de
alzar en el cargo a su candidato. También lo es que Pablo Iglesias monte en
cólera porque su propuesta irrenunciable a los cuatro grupos en el congreso es
a lo primero que ha tenido que renunciar porque el reglamento actual lo hace
inviable, o cuanto menos, muy difícil. De postureo puede calificarse también
que la diputada Bescansa haya llevado a su hijo al hemiciclo habiendo como hay
una guardería creada, por cierto, a petición de la socialista Carme Chacón en
2006. La imagen del bebé, aunque chocante, solo escandaliza a los que sin
embargo ven como normal que un diputado por Segovia, Gómez de la Serna,
investigado por comisiones millonarias esté tan ricamente en el hemiciclo
inaugurando la legislatura de la regeneración. Todo parece estar estrenándose
esta vez. Lo más insólito que por primera vez en el día de la cámara, ninguna
de sus señorías sabe si estará en el gobierno, apoyándolo o en la oposición.
La corrupción
del PP
¿Cuándo va a dejar de decir el PP que los casos de
corrupción que asolan al partido son casos aislados?
Caso Bankia
Al PP hay que reconocerle una facilidad y una caradura
para liquidar los temas extraordinario. Estos días, en los que el caso Bankia
ha saltado de nuevo a la primera plana mediática, el análisis de la derecha del
caso es el siguiente: las preferentes las autorizó un socialista, el PP fue el
que decidió devolver todo el dinero y Bankia va a ganar mucho dinero. ¿Qué fuma
esta gente?
¿Igualdad?
Mañana se celebra en Europa el día de la igualdad
salarial. Sin duda, si no se hace nada por cambiar esto nada cambiará, pero
todavía queda mucho por hacer. En el caso de Galicia, las mujer es cobran
todavía un 23% menos que los hombres. Y lo que es peor, desde el inicio de la
crisis está brecha se ha incrementado en dos puntos. Ello significa que una
mujer gallega tiene que trabajar nueve años más que los hombres para ganar lo
mismo en toda una vida laboral. ¿Donde está la igualdad de la que se presume?
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