Pontevedra, 20 Diciembre de 2015
Decenas de mujeres pierden la vida en España asesinadas
por sus parejas, maridos o novios y todavía hay partidos que tratan de
confundirla con la violencia doméstica. De todas ellas, solo una minoría habían
denunciado previamente, lo que nos hace pensar que a pesar de las campañas y
las leyes, muchas soportaron sin rechistar años de acoso y golpes hasta que
acabaron con ellas. Llevamos diez años con juzgados especializados en violencia
de género contra la mujer, y aunque es cierto que sin ellos las cosas irían
mucho peor, todavía hay carencias que deben superarse. Debemos animar a las
mujeres a denunciar, a no quedarse calladas, porque si no media denuncia previa
no se activa el mecanismo de protección.
También hay que recordar que el entorno de una maltratada
puede acudir al juzgado, no deben esperar a que se consuma la violencia. No hay
una sola excusa para mirar hacia otro lado en este tema. Hay que hacerles saber
a los maltratadores que no hay impunidad y que el 6% de los presos en España lo
son por este motivo. Un aspecto muy importante es la educación, ya que a pesar
de tratarse de una apuesta a largo plazo, es el camino más corto y eficaz para
extirpar esta lacra machista. Urge educación para la ciudadanía.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 20 de Diciembre de 2015
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