domingo, 7 de julio de 2024

Me acordé de ti

András, 07 Julio de 2024


Aquella no era una mañana diferente. Me levanté temprano, como siempre, y lo primero fue hacer un café. Me gustaba tomarlo fuera, en el jardín, donde los rayos del sol de la mañana me golpeaban en la cara y me hacían sentir cosas diferentes cada día. 


El sol, sin duda, es la clave de la vida. De hecho, hasta que llegué aquí, no entendí de forma práctica lo que supone para el crecimiento de las plantas. El agua es básica, pero sin sol, no hay desarrollo. A mi me pasa algo parecido, el sol me hace revivir, salir de mi estado interior y crecer, abrirme al mundo y, de alguna forma, sentirme vivo.


Cuando salí al jardín, enseguida me dirigí a mi banco favorito, al que está delante de la piscina, protegido por el muro de piedra y que, por las mañanas, se convierte en un refugio perfecto del viento, una especie de rincón del placer desde donde puedo ver la mayor parte de las cosas que te gustaban a ti, los lugares en los que solías estar. ¿Recuerdas cuantas veces estuvimos juntos los dos en el mismo lugar? ¿Uno al lado del otro? Pues ahora estoy yo solo, porque tú ya no estás.


No estás físicamente, pero sigues estando conmigo, en mi mente. De hecho, puedo sentir tu presencia e incluso puedo verte ahí, sentado, con tu sonrisa triste, tus grandes labios y tus ojos azules, escuchándome, mirándome como quien mira a un dios, disfrutando de mis historias y agradecido por los momentos que te dedicaba, cuando, en realidad, eras tú el que me dedicabas el tiempo a mí. ¿Cuánto tiempo perdido, verdad? Cuánta mentira, cuánta hipocresía, cuánta envidia, cuánto odio has tenido que sufrir en tu vida. Y, ¿para qué?


¿Sabes? Muchos de aquellos que te han maltratado, ahora ya no están, han tenido finales dolorosos, otros ya ni siquiera pueden valerse por sí mismos y, la mayoría, lo único que han sacado en limpio de todo aquel odio ha sido vivir envueltos en el rencor que les ha llevado a sufrir.


Me atrevería a pensar que ni siquiera tienen gente que los recuerden con cariño, no con el mismo que yo te recuerdo a ti, que sigues vivo conmigo, en mi mente y que, cada día, pienso en el legado que me has dejado y en todo lo que vivimos juntos. También en lo que nos quedó por vivir. 


Ahora estoy aquí, en el banco que hicimos con la piedra del pilón y tú estás conmigo, disfrutando del sol, del café, mientras hablo contigo, te pongo al día de las novedades de mi vida y de las personas que conocías. Y tú, estás a mi lado, me escuchas y asientes con la cabeza aunque, físicamente, estés a un par de kilómetros de distancia, en un lugar del que, estoy seguro, te gustaría salir. Pero no puedes, porque a los muertos os tienen en cautiverio, no os dejan salir del cementerio. 

1 comentario:

  1. Se podrá explicar con otras letras, pero no con más sentimiento ❤️❤️

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