András, 12 Julio de 2024
Se veía venir. La victoria de la ultraderecha en las europeas pone en jaque a Europa, y ha encumbrado a trileros vendedores de humo que se dedican a escupir bulos, pero que les ha valido para obtener un gran respaldo. Como el ínclito Alvise Pérez, al que han votado nada menos que ochocientos mil españoles, otorgándole tres eurodiputados.
La subida abrumadora de la extrema derecha, ha dejado noqueadas a potencias como Italia, Francia, Alemania o Bélgica y, en definitiva, a la Unión Europea. En España todavía estamos un poco lejos de ellos, pero ya empiezan a asomar la pata, y de los 61 escaños repartidos, 9 son de ultraderecha. O lo que es lo mismo, el 15% del censo electoral.
La desinformación, la propagación de bulos y la manipulación de la realidad en portales que proliferan por las redes sociales, han contribuido, en gran medida, a estos resultados, destinados a dinamitar la democracia desde sus instituciones. Los golpes de estado militares forman parte del pasado en el mundo democrático, ahora son cosa de políticos extemporáneos que utilizan la democracia para destruirla desde dentro.
Pero hay más, la connivencia de medios tradicionales, que se hacen eco de todos estos bulos, ha rematado la caída en picado de la credibilidad del oficio periodístico. Una cosa es la libertad de opinión y la línea editorial que cada medio quiera seguir, totalmente legítimo. Otra cosa, muy distinta, es alimentar la manipulación de la información a sabiendas. Esto es lo que resta credibilidad al oficio periodístico y da impulso a los enemigos de las democracias.
En marzo, todos los partidos del parlamento europeo, menos la ultraderecha, incluida Vox, se mostraron a favor de garantizar el derecho a la información de los ciudadanos aprobando una Ley de Libertad de los Medios de Comunicación. La cuestión no va de controlar a la prensa, como trata de manipular la extrema derecha, sino de garantizar un derecho constitucional de todas las personas, reclamando, sobre todo, transferencia.
Evidentemente, esto sería el fin del caldo de cultivo en el que se mueve la ultraderecha, los bulos y las noticias inventadas sin contrastar, que es donde mejor se mueven y donde tiene su verdadero caladero de adeptos.
Publicado en PontevedraViva.com el día 12 de Julio de 2024
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