viernes, 12 de marzo de 2021

PSOE y Podemos juegan con fuego

 András, 12 de Marzo de 2021

Las discrepancias políticas son necesarias, y enriquecen el debate y la vida democrática. Y en ese contexto han de entenderse, por tanto, las diferencias entre los socios de Gobierno. Nadie debería discutir que exista debate en un gobierno de coalición, sobre todo porque en España carecemos de tradición en este aspecto.

Lo que resulta más difícil de soportar es la deslealtad y la hostilidad en un Ejecutivo que, a su falta de cohesión interna, suma la inclinación de algunos de sus miembros por agitar luchas de poder en relación inversamente proporcional al grado de dedicación para resolver los problemas que dependen de sus áreas de responsabilidad. Me refiero a los ministros de Unidas Podemos que, cuánto más beligerantes, menos hacen en sus ministerios.

¿Hasta cuándo resultará rentable para el PSOE contar con un socio así? No es fácil anticipar la respuesta porque, aunque el coste de mantener el gobierno de coalición superase ya las ventajas de romperlo, también las rupturas tienen su tiempo y su coste.

PSOE y Podemos ya no esconden sus diferencias públicamente. Es más, nos han acostumbrado a ellas y lo aceptan como algo normal. ¿Cuál es el motivo de tal enfrentamiento? ¿Con lo que costó construir una mayoría de izquierdas para poder gobernar, y ahora la quieren tirar por la borda por sus egos partidistas?

En un país sumido en una enorme crisis económica de la que no sabemos cómo saldremos, con una dura crisis social y sanitaria, a lo que habrá que unir tremendas consecuencias psicológicas por el agotamiento mental derivado de la falta de perspectivas y la angustia de temer por su vida; ante esta situación, los partidos del Gobierno coquetean con la idea de que no hay alternativa y por eso creen que se pueden permitir determinados ejercicios de frivolidad política.

Sin elecciones a la vista, la fractura de la derecha podría ser un motivo perfectamente válido que explicase esta actitud, porque es indudable que la derecha está hecha unos zorros. La agonía del centro derecha clásico, representado por el PP, y el flirteo con la insignificancia de Ciudadanos, contrastan con el ascenso de la ultraderecha.

En este sentido, PP y PSOE están cometiendo el mismo error. El primero banalizando el auge de la ultraderecha, y el segundo haciendo lo propio con la división de la derecha. Sin embargo, las discrepancias tan abruptas del gobierno de coalición, pueden provocar tal desgaste, que lo que puede parecer imposible, que se articule en España una alternativa de derechas, acabe sucediendo. Siempre es peligroso no tomarle bien la medida al adversario, pero peor es jugar con fuego por ningunear sus posibilidades.

Publicado en PontevedraViva.com el día 12 de Marzo de 2021




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