András, 21 Marzo de 2021
No cuadra
En esta crisis sanitaria, que ha provocado de rebote otra económica tremenda, hemos visto cómo la intervención de los estados en la economía ha sido crucial, tanto para inyectar dinero, como para salvar puestos de trabajo. Pero, ¿cómo se cuadra una mayor intervención del Estado en la vida pública, con la reducción de la carga fiscal sobre los ciudadanos que propone la derecha?
Celebración
España celebró el aniversario del golpe fallido con una parte de su Gobierno sosteniendo que la democracia no es plena, que hay presos políticos en el país, que hay represaliados, que hay exiliados y que la policía es una fuerza opresora que carga contra la libertad de reunión. No parece que estemos en las mejores circunstancias para celebrar nada. ¡Qué no harían estos que hacen un análisis tan superficial y parcial de la situación de la democracia española!
Contradicción
Los políticos ejercen el mando sobre las Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero luego son ellos los mismos que critican sus actuaciones de cara a la galería electoral. Tener una doble moral y baja lealtad democrática ya lo estamos asumiendo. Pero jugar así de una forma tan banal con las instituciones del Estado es condenable.
Lo hizo sin querer
Pablo Iglesias comunicó su intención de dejar el Gobierno para ser candidato a las autonómicas de Madrid, y ha conseguido salir en todos los medios sin necesidad de decir ninguna tontería o ser desleal con el Gobierno al que todavía pertenece. Felicidades, por algo se empieza.
Duelo de extremos
En las elecciones de Madrid compiten la derecha extrema, representada por Ayuso, y la izquierda extrema representada por Iglesias. Duelo de extremos, sin duda el peor de los escenarios que se podían imaginar. La única luz que nos queda es que van a dejar un amplio espacio para el centro moderado, de izquierdas o de derechas. Y el único que puede encajar en ese escenario es Ángel Gabilondo. Ahora solo falta que los madrileños también lo vean.
A vueltas con la vacuna
De nuevo, los políticos a lo suyo. En este caso por la administración de la vacuna de AstraZeneca. Las dudas que genera y la discusión entre la propia comunidad científica han provocado su cancelación temporal. Hasta aquí todo correcto. Lo que no es de recibo es utilizar esto para la pelea política. ¿Qué harían los que no gobiernan donde los que lo hacen han aplicado esta vacuna a la población? Eso nunca lo sabremos porque si estuvieran harían lo mismo pero no lo dirían. Ellos, como siempre, a lo suyo.
No encuentra acomodo
Poco le duró la moderación a Pablo Casado. No encuentra acomodo estratégico. ¡Ojo! No quiere decir que no tenga claro su ideario ideológico, lo que le pasa es que la prisa por acaparar poder le hace dar enormes bandazos. Apenas han pasado unos meses de la moción de censura a Pedro Sánchez, en la que dedicó un gran discurso para desmarcarse de la extrema derecha, y ya está abriéndole las puertas a unos cuantos miembros de Vox para que entren en el gobierno de Murcia. Compra de diputados, apertura de puertas a la extrema derecha, ¿qué será lo siguiente?
Más de lo mismo
Edmundo Bal (Ciudadanos) criticó que Illa siguiese en el puesto de ministro cuando ya había decidido ser el candidato socialista a las elecciones en Cataluña. Lo criticó, y con razón. Pero ahora le ha tocado a él, porque se va a presentar como candidato a Madrid pero cuando le preguntan si va a dejar el escaño de diputado nacional, sale por peteneras. En fin, todos iguales. Y lo peor, ¿queda en quién confiar? ¿Hay algún político que utilice la lógica cuando accede a un cargo público?
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