Pontevedra, 22 Junio de 2018
Rajoy abandonó el barco del PP, y con él a los que le admiraban como el gran salvador de la patria.Lo dijo él mismo cuando se despidió: “me voy porque es lo mejor para mí, para el PP y para España”. Así, en ese orden, primero él, después el partido y ya si eso, España también. Así demostró Rajoy cómo, incluso él, es un ser humano vulnerable y que eso de estar por España es una chorrada que se había inventado para agarrarse al poder,porque en cuanto lo ha perdido, lo primero que ha hecho ha sido pensar en sí mismo.
Pero mientras Rajoy disfruta ya de una magnífica vista del paseo marítimo de Santa Pola desde su despacho del Registro de la Propiedad, su partido se enfrenta por primera vez al desconocido mundo de la democracia interna, que culminará con una insólita celebración de primarias donde los militantes tendrán que elegir al próximo líder.Me pregunto si, acostumbrados como están a que éste sea fruto del dedazo del antecesor, sabrán como hacerlo sin que nadie les diga a quién tienen que votar.
Lo cierto es que finalmente serán siete los candidatos, y que entre ellos no está el que debía estar: Feijoo. Porque ha decidido no postularse a pesar de que todos le daban como favorito en la carrera sucesoria. Pero, ¿por qué no se quiere ir Feijoo a Madrid?
Feijoo ha renunciado a ir a Madrid, pero no lo ha hecho por el supuesto compromiso que dice tener con Galicia. No se ha ido porque no cree que sea el momento. Ir a Madrid a jugarse el futuro en unas primarias (al estilo del PP, pero primarias en definitiva), sin tener el puesto garantizado y con un partido hecho unos zorros, no es lo que había soñado. Él pensaba sustituir a Rajoy por aclamación, entrar en Génova 13 bajo palio y, a ser posible, con el partido en el poder.
Aún sabiendo que podría vencer en las primarias, lo que no tiene tan claro es la victoria en las próximas elecciones generales. Teme a Rivera y ahora también a Sánchez.Por eso no se va. Prefiere agotar la legislatura aquí, esperar a que un nuevo candidato se queme en uno de los peores momentos del PP, que se coma los sapos del rosario de juicios y sentencias por corrupción que todavía faltan por salir a la luz, y más adelante, cuando el panorama se aclare, ya dará el salto como la gran esperanza azul.
Por tanto, Feijoo no se queda en Galicia por su compromiso con los gallegos. Se queda porque sabe que no es el momento que le conviene para dirigir el partidoy aspirar a la presidencia del gobierno de España.
Feijoo solo renuncia a ir a Madrid por cuestiones de intereses personales, y esa supuesta emoción, con lágrimas incluidas, con las que pretende engañarnos, no son más que una cortina de humo.Cuando crea que ha llegado el momento adecuado para sus intereses, se irá a Madrid, a Bruselas o a donde haga falta, porque el compromiso de Feijoo no es con ningún territorio, sino consigo mismo.
Publicado en PontevedraViva.com el día 22 de Junio de 2018
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