Tapedello, 04 Septiembre de 2016
Rajoy, ese
hombre sencillo
"España
necesita un gobierno con urgencia", así empezó Rajoy su fallido discurso de
investidura. Hay que tener cara para decir esto por un lado y estar por el otro
esperando a ver qué sucede en las elecciones del 25S en el País Vasco y Galicia.
Juega con las instituciones y con los tiempos a su antojo y tiene la jeta de
culpar de ello a los demás. De las necesidades de pactos de las elecciones
autonómicas, sobre todo de las de Euskadi, se verá que fuerzas necesitan apoyo
y tratará de hacer un paquete completo España-Euskadi. Menos mal que hay
urgencia por formar un gobierno.
Acudimos a un paripé legal, en tiempo y forma, pero
fundamentalmente un paripé absurdo e inútil que no sirve para nada más que para
dar patata a seguir. El debate de investidura de Rajoy, ha sido un acto con un
discurso aburrido, sin interés, soporífero. Con nulo interés por parte del
propio candidato, que sin duda se dejó arrastrar por el resultado ya conocido
de antemano.
"Mi opción
es la más respetuosa con la decisión de los españoles", dijo Mariano. ¿Pero no somos
una momarquía parlamentaria? ¿Es que los votos de los españoles que no votan al
PP no cuentan? Eso es lo que querría él.
A Rajoy hay que darle el poder porque todos somos muy
democráticos, defendemos la unidad de España, creemos en el país y además no
hay alternativa (según él).
“La tarea no
puede darse nunca por concluida”, esta fue la única referencia de Rajoy a la corrupción
en su discurso de investidura. Y tiene razón, la tarea todavía tiene mucho por
hacer ya que todavía queda mucho por robar.
“Si quiere usted
hacer oposición debe haber un gobierno, porque sin gobierno no hay oposición”. Hay que reconocer que
ingenioso sí que es. Con mucha cara, pero ingenioso. Así le pidió Rajoy a
Sánchez su abstención para que puediera ser elegido presidente.
Rajoy se ha presentado a un proceso de investidura sin
creer en la posibilidad de conseguirlo. Se presenta porque no ha tenido más
remedio, pero más allá del pacto con C’s no hubo una sola palabra para intentar
convencer a otros de su apoyo. Mariano quiere hacernos creer que es úncio y
cree que debe ser presidente porque si no es él, no puede ser nadie. No se da
cuenta de que en esto consiste la democracia y este tipo de debates, en tratar
de convencer a otros de que le voten, en este caso a otros diputados. Se ha
demostrado que le es más fácil convencer a los ciudadanos que a los diputados,
¿por qué será?.
Le lleva la
muleta
El papel de Rivera en el debate ha dejado clara cual es
su posición a partir e ahora. Es el palmero de Rajoy, el que le lleva la
muleta. Todo tiene matices, pero aceparlos en este caso es un acto de sumisión
porque no tenía ninguna necesidad. El pacto con Rajoy ha sido un acto hacia la
galería que le va a costar caro a su partido, ya veremos si a él también.
Albert solo quería ser protagonista de una película en la que aparecía como
secundario inicialmente.
Trata de engañar Rivera a los españoles cuando dice que
de las 150 medidas firmadas en el pacto con el PP, 100 eran las mismas que firmó
con el PSOE. Los enunciados de las medidas pueden ser coincidentes, faltaría
más, porque los temas tratados son los mismos, no hay otros. Pero el detalle,
la letra pequeña y, sobre todo, el fondo de las medidas divergen y mucho de las
firmadas y acordadas con el PSOE. No trate de engañar a la ciudadanía como
hacen los políticos de toda la vida, ¿o es que usted ya se considera uno de
ellos de pleno derecho?
¡Vergonzoso!
Que algunos diputados salgan en directo en algunas
televisiones mientras otros compañeros de partidos adversarios están en la
tribuna del Congreso defendiendo sus ideas es, cuando menos, rastrero,
maleducado y de una bajeza democrática y de respeto al contenido a toda luces
condenable.
Ha nacido una
relación
Rajoy eludió dar protagonismo a C's en el discurso de
investidura y el propio Rivera dijo el día anterior que seguía sin fiarse del
propio Rajoy. ¿Qué tipo de relación mantienen cuando acaban de firmar un pacto
de gobierno con 150 medidas que salvarán al país? ¿Que pacto es ese? ¿Es creíble?
¿O es solo fruto del afán de protagonismo de uno y de la necesidad de presionar
al PSOE del otro? En todo caso, como en todas las relaciones, están así porque
no se conocen bien, pero seguro que acabará en matrimonio. Por la iglesia, como
Dios manda y como establecen los cánones de la derecha, la clásica y la
moderna.
Ella a lo
suyo
Celia Villalobos salió de la Mesa del Congreso y le sentó
mal, no en vano llevaba más de una década viendo a sus señorías desde un lugar
privilegiado. Ahora, desde un lugar más discreto, en la tercera fila de la
bancada popular, al menos ha ganado en discreción porque se la ha visto muy
ensimismada mirando a sus rodillas mientras hablaba su jefe. Posiblemente
escondía su tableta desde la que sigue haciendo récords en el Candy Crush.
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