Tapedello, 03 Enero de 2016
Mitin el día 31
Feijoo pronunció su discurso de fin de año desde una
escuela de primaria. La verdad es que es una buena metáfora, el presidente del
Gobierno gallego, que ha hecho todo lo posible por acabar con la educación
pública apoyando una ley aprobada por sus colegas de Madrid, y que defiende la
educación concertada y privada dotándola de subvenciones innecesarias, utiliza
un centro público para mitinear a los gallegos el último día del año. Más que
una metáfora parece una burla y una falta de respeto. Total, para soltar un
discurso carente de interés. Lleno de carga partidista, solo le faltó pedir el
voto al final. Seguramente que Feijoo hubiera preferido hacerlo en Nochebuena,
pero seguramente le parecería mucha vanidad igualarse al Jefe del Estado. Pero
todo se andará. Es cuestión de perder el miedo un año, y a partir de ahí
adelante.
La soga al
cuello
En el PP dicen que hay mimbres para un Gobierno de pacto entre
ellos, PSOE y Ciudadanos. Lo que ellos y otros dan en llamar, el paco de los
constitucionalistas. Se trata del abrazo del oso. Lo que pretende el PP es
hundir a Ciudadanos y ponerle la soga al cuello al PSOE. Cinismo al servicio
del partido.
Ejemplaridad
Cuando uno es un personaje público tiene una mayor
responsabilidad en temas de ejemplaridad por la proyección que tienen de cara a
la sociedad. Sobre todo cuando andan por medio los niños. Tenemos un nuevo caso
de mal ejemplo por parte de los futbolistas. Jóvenes, con mucho dinero y con
poca formación, son el prototipo perfecto para meter la pata. Esta semana un
futbolista del Real Madrid, James, fue pillado por la policía a 200 km/h por
las carreteras de la cuidad. Y su entrenador, Rafa Benítez, perdió una buena
ocasión de ser ejemplar. Porque muchos son los niños que escuchan con atención
lo que este señor dice, debería haber condenado los hechos del futbolista; sin
embargo, lejos de hacerlo, se limitó a decir que James “es un buen chico”. Sí, un buen chico, pero que pone en peligro a
ciudadanos no tan buenos chicos pero que respetan las normas de circulación.
Ya tardaba
Reapareció Tania Sánchez para defender a su “ex”. ¡Por
fin! ya la echábamos de menos. Ahora en las filas de Podemos, Tania ha vuelto a
los debates televisivos con su prepotencia y chulería para mentir diciendo que
Podemos no puso como condición previa a cualquier pacto de Gobierno el
referéndum de Cataluña. Mentirosa y cínica, ya tardaba en reaparecer para repartirse
los emolumentos que le reporta la televisión. Por cierto, ¿qué diríamos de un
hombre si se dirigiese a una mujer llamándola “muchacha” en tono despectivo?
¿No es lo que
queríamos?
Llevamos años diciendo que el bipartidismo se terminaba,
que se incorporaban nuevas formaciones políticas que fragmentarían y harían más
plural el Parlamento de España. Pues bien, eso ya está aquí, ha llegado la
pluralidad parlamentaria de la que adolecíamos. Sin embargo, tras los resultados
electorales, las reacciones de todos los políticos van en la línea de culpar a
los ciudadanos por haber votado mal. Los ciudadanos han votado lo que han
querido, no lo que esperaban los políticos. Por tanto, lo que tienen que hacer
ahora el acordar, pactar, ponerse de acuerdo y gobernar.
¿Qué quieren?
¿Qué quieren los barones del PSOE que no dejan a Pedro
Sánchez pactar con Podemos ni formar un Gobierno de coalición con el PP?
Quieren el poder del partido. Pedro Sánchez tiene que enfrentarse a ellos y
hacer lo que le parezca oportuno como Secretario General. Este es su momento y
tiene que aprovecharlo. Los barones territoriales no lo son tanto, ninguno
tiene una mayoría absoluta, ninguno tiene el peso específico que debe tener un
líder, ninguno ha alcanzadado el poder por sus propios medios sino a través de
pactos con otros partidos minoritarios.
El hazmerreír
de Europa
La situación política que se vive en Cataluña es
dantesca, esperpéntica y surrealista. Ni el mejor de los guionistas de suspense
lo hubiera escrito mejor. El Gobierno de la Generalitat está en manos de un a
coalición antisistema que deja a las bases la decisión del apoyo, pero las
cuales empatan a 1.515 votos el día de la votación, precisamente el día antes
del día de los inocentes. Cataluña, que entre otras cosas siempre se ha
diferenciado del resto de España por su modernidad y cercanía a la Europa
desarrollada, es ahora el hazmerreír del viejo continente. Y lo peor, el resto
de España también.
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