Pontevedra, 06 Septiembre de 2015
La autovía del Cantábrico, la
llamada A8, nos costó a todos los contribuyentes una buena cantidad de millones
de euros. Sin embargo, a pesar de que se trata de una comunicación clave con el
norte del país, cuando se proyectó y ejecutó no se sabía que en Mondoñedo hay
proliferación de nieblas de elevación durante buena parte del año, y eso está
provocando ahora innumerables problemas de todo tipo. La niebla es lo que
tiene, que no avisa. Tuvo que haber un accidente múltiple con un muerto para
que alguien dijese, ¡ostras, que aquí hay niebla, y además con frecuencia!
Entonces la primera decisión fue cerrar la autovía cada vez que la niebla
aparecía. ¿Pero es acertada la medida estando la infraestructura en Galicia,
donde las lluvias y las nieblas forman parte del paisaje? Ahora pretenden
inventar un sistema para neutralizar la niebla, y se atreven a definirlo como
innovador. Incluso se habla de exportarlo antes de tenerlo. Vamos, que quieren
luchar contra los elementos. Si es que aquí somos realmente diferentes, y si
hace falta inventar, se inventa. Primero construimos sin analizar bien las
consecuencias, y ahora, eliminamos la niebla. Puestos ya podrían inventar algo
para asegurar el sol un par de meses al año, para que no se vayan los turistas.
Lamentable.
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