viernes, 31 de marzo de 2023

¿Otro acto de moderación, señor Feijoo?

 András, 31 marzo de 2023

El pasado fin de semana, pudimos ver cómo se las gastan los evangelistas, cómo actúan y de qué forma se dirigen al personal para lavarles el cerebro. Este fenómeno, que ha calado hondo en la comunidad latina, va acompañado de unos postulados fanáticos que ahora pretenden instalar en nuestro país. ¿De la mano de quién? Pues de los mismos de siempre, de aquellos que van contra los avances en derechos sociales pero que, por el contrario, aplauden este tipo de retrocesos.

El análisis del auge del evangelismo forma parte de un debate sociológico, antropológico y religioso para tratar de analizar hacia dónde va el ser humano del siglo XXI, qué tipo de respuestas requiere y dónde las encuentra. Hay gente que necesita creer en infiernos y en la condenación de las almas porque así se siente mejor, y eso es perfectamente lícito y forma parte de la libertad religiosa de cada individuo, porque cada uno busca la forma que quiere para estar en el mundo y la encuentra dónde le parece.

Otra cosa es la grave y preocupante utilización política que, en contra del Estado, se hace con la religión de unos pocos. Es decir, que un partido político como el Partido Popular, con el interés de ganar unas elecciones, organice y financie un acto de evangelistas en España para lograr que le den votos, le alaben y le canten aleluya, es intolerable, y merece una reacción frontal, radical y directa.

Por supuesto que esto no tiene nada que ver con la libertad de religión, pero no se puede aceptar que un partido político organice un acto religioso para su propio beneficio, que es muy diferente con acudir a actos religiosos que organizan otros. Lo grave aquí, es que es el propio PP quien organiza y financia un acto religioso para su propio beneficio.

El PP ha vuelto a sobrepasar una línea roja, esta vez, tratando de absorber un movimiento sectario para comprar su discurso a cambio de votos, y además, lo ha hecho rompiendo la separación que debe de existir entre un político y un predicador. Es muy grave, porque ya hemos visto las consecuencias que ha tenido en otros países dar alas a los evangelistas. Aunque, en esta ocasión, posiblemente traten de venderlo como un nuevo acto de la moderación que acompaña al siempre comedido Núñez Feijoo.

Publicado en PontevedraViva.com el día 31 de marzo de 2023

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