A Rúa Nova, 13 Diciembre de 2019
El partido socialista se está haciendo cada vez más pequeño y sumiso, como esas personas endebles y con poca personalidad que se someten a sus amantes voraces e insaciables, y que acaban por perder la identidad.
El PSOE continúa haciéndole la pelota a ERC de manera abyecta, y por mucho que diga Pedro Sánchez que todo lo acordado será legal y transparente (faltaría más), su número dos, se empeña en afearle la vocación de transparencia con mensajes de ingenieria verbal, mostrando la docilidad que el PSOE está dispuesta a mantener ante quienes tienen la llave de la gobernabilidad del país que pretenden desmontar.
Hay que entender que no debe ser fácil tragarse todo lo que han dicho durante la campaña electoral, y esa digestión provoca alteraciones en forma de insólitas mezclas de palabras y conceptos. No hay más que recordar al candidato Sánchez mostrando su batería de medidas para desmontar el independentismo.
De aquello no queda nada, y el candidato ha dado paso al presidente en funciones, y como su principal objetivo es dejar de estar en funciones, está dispuesto a modificar su discurso las veces que sean precisas, deleitándonos con el carrusel de cambios al que nos tiene habituados.
Primero fue lo del conflicto político en Cataluña, que ya dan por hecho como si toda la vida la hubieran considerado así; y ahora llega el “cauce de expresión para que nadie tenga que recurrir a situarse fuera del ordenamiento jurídico”. ¿En esto consiste la transparencia prometida? Más bien se trata de una transparencia bastante opaca.
Tanta transparencia, que deja a la interpretación de cada uno lo que quieren comunicar. ¿Están diciendo que contemplan reformar la ley para que no sea delito lo que ahora lo es en el código penal? ¿O están pensando en proponer una reforma constitucional para que una minoría de españoles pueda decidir sobre el país de todos? ¿O están diciendo que quienes están hoy en la cárcel por quebrantar el ordenamiento jurídico (la ley) lo hicieron porque no tenían otra opción? ¿Quieren decir que el problema no está en ellos sino en una ley que es insuficiente para sus aspiraciones y por tanto hay que modificarla? ¿De qué están hablando exactamente? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar?.
De momento, se siguen reuniendo y emitiendo comunicados para fingir transparencia. Pero para eso son precisamente los comunicados, para no ser transparentes. Acumulan palabras sin sentido para no decir lo que deberían decir. Porque, una de dos, o los negociadores son muy malos (que puede ser), o no quieren que sepamos lo que hablan (qué también). En esta fase de cortejo en la que están todo vale, y pronto veremos a Sánchez recibir a Torra o, como mínimo, responderle al teléfono. Al tiempo.
Publicado en PontevedraViva.com el día 13 de Diciembre de 2019
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