Tapedello, 26 Noviembre de 2017
Nacionalistas = mercenarios
Los nacionalistas son como
los mercenarios. Venden su apoyo a cambio de dinero, sin importarles lo más
mínimo a quién pueden dañar con ello. Esto es lo que llevan haciendo los catalanes
y los vascos desde que tenemos democracia en España. Venden sus votos a cambio
de privilegios económicos y sociales para sus ciudadanos aunque con ello creen
mayor desigualdad con el resto de españoles, demostrando con ello una
deslealtad permanente al conjunto del Estado. Pero eso no les importa, esa es
precisamente la filosofía de los mercenarios, pensar única y exclusivamente en
ellos.
El cupo vasco
La aprobación del nuevo cupo
vasco es una nueva demostración de esta actitud, cediendo a unas cifras que
todos los expertos consideran totalmente injustas con el resto de las
comunidades. Supongo que en algún momento todo este cambalache se tiene que
acabar, pero hasta que eso llegue, debemos acostumbrarnos a la España de varias
velocidades, donde unos van más rápido que otros, pero que son esos otros los
que pagan la gasolina de los que van más rápido.
¿Cómo se pretende sofocar
las ansias independentistas catalanes mientras se alienta la insolidaridad de
los vascos?
¿Por qué a los vascos, con
una renta per capita superior al resto de los españoles, se les permite
disfrutar de privilegios fiscales? ¿No debería ser al revés, que los que más
ganan ayuden a los que tienen peor poder adquisitivo? ¿La solidaridad no consiste
en que los que más tienen reparten entre los que menos tienen?
Legal sí, pero injusto también
Aceptando que el cupo vasco
está en la Constitución, y que su modificación debe seguir los mismos pasos que
cualquier otro precepto constitucional, y que es totalmente legal (otra cosa es
como se consiguió incluirlo en la Carta Magna), lo que no puede ser es que la
cantidad que lo compone, es decir, el dinero que los vascos pagan al Estado por
los servicios que éste presta en aquella comunidad, dependa de las necesidades
del gobierno de turno y, por tanto, sometido al chantaje de los nacionalistas.
Debe ser algo regulado de otra forma, con criterios objetivos, cuantificarlos y
que no admitan negociaciones por los intereses de los partidos políticos.
¿Por qué tiene que haber
estos privilegios para algunos? ¿Por qué no se reclama el mismo tipo de
financiación para el resto de comunidades? ¿Qué pasaría si en España todas las
Comunidades Autónomas tuvieran un sistema de financiación como el del País
Vasco? Esta respuesta es sencilla, que España estaría en quiebra. Por tanto,
para que eso no ocurra, los pobres pagamos a los ricos y éstos nos devuelven
unas migajas.
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