Tapedello, 05 Noviembre de 2017
¿A quien beneficia?
Es cierto que el asunto
catalán es una cortina de humo perfecto para tapar otros problemas que hay en
el país. Entre ellos el de la corrupción. El PP sigue inmerso en una serie de
casos gravísimos que siguen su curso judicial. Todos ellos son condenables y
hay que exigir al PP una respuesta política paralela a la judicial.
Sin embargo, también el process le ha venido bien a otros
partidos. Por ejemplo, al PDeCAT, que también han tapado sus casos de
corrupción con este tema. A Podemos le viene bien para seguir en su
indefinición, o más bien en su definición múltiple, con numerosas versiones y
propuestas para el mismo tema.
Puede que dentro de muchos
años nos digan que todo este asunto fue un invento de los partidos políticos
para esconder sus propias vergüenzas. Quien sabe, cosas más graves y
extravagantes se han visto.
La pela es la pela
Si Cataluña ya es
independiente desde la semana pasada, ¿por qué los diputados y senadores del
PDeCAT y ERC no han dejado sus escaños y renunciado a los suculentos sueldos
que cobran?
Además, Puigdemont deberá solicitar
su condición de expresidente para poder cobrar como tal. Supongo que no lo
hará, porque según él mismo ha dicho, no se siente destituido y se sigue
considerando presidente de Cataluña… en el exilio, pero presidente de la
República Catalana. ¡Cómo están algunas cabezas!
Podría ser su momento
El de Borrell, que lleva
años tratando de desarmar los argumentos retorcidos de los independentistas
catalanes. Casi el único que lo hace. Ante la ausencia de relato por parte del
Gobierno y la tibieza de otros partidos (incluido el suyo propio), Borrell
habla claro, sin pelos en la lengua y se erige como el azote del secesionismo.
Es de los pocos que se atreven a decirles las verdades y a desmontar sus
teorías de mundo ideal que venden a quienes se las quieran comprar. Por eso
este pudiera ser su momento. El PSC debería aprovechar el tirón que tiene para
alzarse con el poder en Cataluña. Borrell tiene ascendencia, credibilidad y
relato, el mismo que él echa de menos en los políticos de los llamados partidos
unionistas.
Podemos, la incongruencia constante
A Podemos se les ha ido la
cosa de las manaos. Tontearon con Junqueras para dar alas al independentismo
catalán con el único objeto de dañar a Mariano Rajoy (único responsable de
todos los males de España, según Pablo Iglesias). Dieron pábulo a las mentiras
secesionistas y ya cuando no hay más remedio y ven que la cosa se les va de las
manos trata de saltar de un tren en marcha. Derrocar a la derecha es un
sentimiento de muchos en este país. Pero para ello hay un camino, las
elecciones y ganarse la confianza de la mayoría de los españoles que, de
momento, prefieren confiar su futuro al PP. Además, no todo vale en ese deseo.
Por encima del PP, del PSOE y también de Podemos, está la unidad del país, algo
que Iglesias obvia. A no ser que su objetivo sea la división del Estado en
trozos. En ese caso, estaría bien que se lo comunicase a sus votantes y al
resto de españoles.
¿El moderado?
Santi Vila, el que fue
Conseller del Govern, se perfila como candidato del PDeCAT a las elecciones de
diciembre. Se presenta como independentista moderado que pretende llegar a la
independencia a través de un referendo legal pactado con el Estado. ¿Moderado?
¿Solo porque abandonó el barco secesionista cuando le vio las orejas al lobo?
Si tan moderado es, y no estaba de acuerdo con Puigdemont cuando aprobaron una
legislación paralela, cuando se pasaron por el forro la Constitución, o cuando
convocaron un referendo ilegal, ¿por qué no se fue antes? ¿No será que la
moderación le vino cuando vio de cerca las consecuencias personales que ello le
podía acarrear?
¿Por qué no da la cara?
Puigdemont tiene que dar la
cara. Declaró la independencia (ilegal) de la República Catalana. Sin embargo,
desde que el Estado llegó a Cataluña con
la contundencia de la legalidad vigente en la mano, cogió miedo y emigró. Si
todo lo que ha hecho hasta ahora se lo cree, si realmente se considera
presidente de una Cataluña independiente y no reconoce al Estado español, ¿por
qué no da la cara en la Audiencia Nacional y le dice a la jueza Lamela que
sigue siendo el presidente legítimo de Cataluña, (ahora independiente) y que no
reconoce la ley que le quieren aplicar en el estado español? ¿Por qué no da la
cara?
Pelillos a la mar
Por cierto, ¿quién le
cortará el pelo a Puigdemont en Bélgica? ¿Veremos en los próximos días a su
peluquero habitual haciéndole una visita? ¿O por el contrario se pondrá en
manos de algún flamenco? Lo que está claro es que en poco tiempo no necesitará
a ninguno, porque le va a caer el pelo.
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