Pontevedra, 04 Mayo de 2017
La vida
está llena de pequeñas cosas. Pequeños momentos que hacen que todo valga la
pena. Estamos todo el día corriendo de un lado para otro, sin tiempo a penas
para pensar en uno mismo. Sin tiempo para escuchar lo que nos dicen, como mucho
oímos. Sin tiempo para pensar lo que decimos. Decimos lo primero que nos bien a
la cabeza sin pensar. ¿Por qué tenemos que ir tan deprisa? ¿Por qué no nos
paramos un rato a pensar? ¿Por qué no nos abstraemos de todo lo que nos rodea
(lo malo) y disfrutamos del regalo que es la vida?
El pasado 16
de abril fue el cumpleaños de Henry Mancini. Hubiera cumplido 93 años, pero
murió con 70 en 1994. Aquel gran compositor de películas inolvidables que nos
ha hecho vivir momentos de esos que hacen que nos paremos un momento y
disfrutemos de un par de horas de tranquilidad. Cuando me enteré de la noticia
me apresuré a buscar su música. Tenia ganas de recordarla. De abstraerme un
momento de esta noria en la que vivimos. Puse
Moon River y de repente todo cambió. El ruido que me envuelve en el día a
día se silenció para dejar paso a esa genial melodía.
Mientras
haya gente capaz de crear algo tan maravilloso, tan sensible, tan agradable y
tan cálido, aquellos terroristas que segaron la vida a los ciudadanos de Siria,
Afganistán, Suecia, Paris, etc…. no significaban nada. Tampoco significaba nada
un tipo como Trump, al que se le da por apretar un botón y lanzar una bomba tan
potente como para destruir un pueblo entero. Y tampoco significan nada los
asesinos de matan a mujeres inocentes, ni los voraces hombres de negocios que
mueves los hilos de la economía mundial arruinando a la clase media
trabajadora. Ni siquiera significan nada nuestros gobiernos, corruptos que solo
piensan en los poderosos y en ellos mismos. Escuchando a Mancini nada importa,
basta con dejarse llevar con la imaginación allá donde a cada uno le quiera
llevar.
Gracias a
Mancini por tantas y tantas melodías mágicas. Gracias por crear algo que amansa
a los más ariscos y a los más bruscos. Me incluyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario