Pontevedra, 27 Mayo de 2017
El editorial que el diario EL PAÍS dedicó a la victoria de Pedro Sánchez en
las primarias del PSOE es grotesco, burdo y perverso. Viniendo además del
periódico que hasta hace poco era la referencia para el progresismo en España,
que se base en la idea o en el supuesto de que ellos están en posesión de la
verdad y de la razón, mientras que el del resto del país andamos como pollos
sin cabeza, desnortados, dejándonos llevar por las emociones.
Lo que tiene de grave el editorial, amén de la pataleta por la pérdida de
poder de influencia en el secretario general del PSOE, es que para ellos, hacer
caso al pueblo forma parte del populismo, con lo que parece que no dejan otra
opción que la gobernanza de unas élites que son las que saben lo que le
conviene a la plebe. El problema es que han estado acostumbrados a tener un
cierto predominio sobre las mentes y las fuerzas vivas de la sociedad española
que hoy no tienen, y eso genera despecho y rabia mal contenidos.
Si a ello se
suma además que este medio ya no tiene posibilidad de influir sobre Sánchez
porque ha sido uno de los artífices de su sustitución desde la sombra, escriben
un editorial primario por su incapacidad a disimular la derrota.
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