Pontevedra, 26 Mayo de 2017
Evangelio
según San Juan, capítulo 11, versículo 43: “¡Lázaro, levántate y anda!.
Primarias del PSOE, por mandato de los militantes: “¡Pedro,
levántate y manda!”.
Pedro
Sánchez es Lázaro, y ha resucitado para ganar las primarias porque los afiliados le han devuelto lo que el
aparato le usurpó injustamente. Con su victoria, la partida política que se
juega en España va a variar sustancialmente, no sólo porque el PSOE tiene una
nueva dirección, sino porque el resto de actores políticos tendrán que definir
posturas y estrategias de cara al futuro.
A
Sánchez se le abre un camino complicado, ya que a la oposición a Rajoy se le
une la gestión del partido, y debe combinar la integración con depurar algunas
traiciones evidentes que ha tenido. No se trata de continuar con la guerra
interna, pero tampoco se puede dirigir un partido político sentado sobre una
bomba de relojería. A los susanistas les va a costar digerir la derrota, pero
en eso consiste la democracia, en aceptar las mayorías y en este caso, la
victoria de Pedro ha sido aplastante. El
nuevo líder tiene que decidir entre si regenera o integra. Decidir si
Felipe González es un buen consejero del partido o de empresas.
Desde
luego no lo va a tener fácil. Susana Díaz tiene mal perder y ya lo demostró la
noche electoral. ¿Por qué llamó por teléfono a Pedro para felicitarle si ambos
estaban en la misma planta de la sede socialista? ¿Tiene Susana una concepción de la lealtad diferente cuando no es ella
la ganadora?
La
derrota de Susana Díaz ha sido inapelable, los militantes no la quieren, pero
tampoco es justo culparla a ella de todo. ¿No habría que responsabilizar en su
cuota correspondiente a quienes la pusieron ahí? ¿No es su derrota la de los viejos burócratas del partido y de los barones
territoriales?
Pedro
Sánchez, que inicialmente parecía un poco inane, se ha visto fortalecido por un
resentimiento personal. Y eso no es malo, porque ha sacado un carácter y un
espíritu de superación que es bueno para el partido. Sin ese carácter ganador
no hubiese vuelto al poder. Como Lázaro, ha resucitado y ahora lo que se espera
es que lo haga el PSOE.
Se
abre una nueva etapa, y harían bien los dirigentes socialistas en acordarse de
lo que quieren sus militantes, que le han dado una lección y le han trasladado
un mensaje que no beben olvidar. Alejarse de la ciudadanía, hacer oídos sordos
a lo que dice la calle y mirar hacia las élites les ha llevado a donde están. El PSOE era otra cosa, es otra cosa.
Publicado en PontevedraViva.com el día 26 de Mayo de 2017
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