Pontevedra, 25 Mayo 2017
Tardó en decidirse, pero Susana Díaz
cruzó Despeñaperros a lomos de los viejos dinosaurios socialistas pensando que
se haría con el poder del PSOE con el único argumento de tener el apoyo de la
ejecutiva, que en manos de una gestora le estaba desbrozando el camino. Pero no
contaba con un detalle importante y que a la postre ha resultado definitivo:
los militantes socialistas, que han aprovechado la oportunidad que les han
brindado para vengarse del aparato por su catarata de despropósitos desde el
pasado mes de octubre.
Ahora ha vuelto a cruzar
Despeñaperros, esta vez en un viaje de retorno y preguntándose por qué ni siquiera
en su propia tierra, todos sus avales se convirtieron en votos.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 25 de mayo de 2017
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