viernes, 28 de abril de 2017

Quería ser la dama de hierro española

Pontevedra, 28 Abril de 2017

¿Tiene Esperanza Aguirre las manos manchadas por la corrupción de Madrid? De momento las manos no sabemos, pero su brazo derecho (Ignacio González) y el izquierdo (Francisco Granados) están en prisión acusados de gravísimos delitos. Si ella también es corrupta tendrá que decirlo un juez, aunque de momento no está imputada por nada. Lo que no se discute es su total responsabilidad política porque ella fue quien los escogió y los colocó donde estaban cuando cometieron los presuntos delitos por los que han sido detenidos.

Esperanza Aguirre es una profesional de la interpretación, el postureo y la caradura. Las lágrimas ante la prensa tratando de mostrarse como una persona engañada y desconocedora de lo que se le ha venido encima, son, cuando menos, patéticas.

Esperanza Aguirre es un “bluff” que algunos medios afines se han encargado de elevar a los altares bajo la falacia de una buena gestión, consistente en potenciar lo privado frente a lo público a través de privatizaciones y subvenciones millonarias.

Esperanza Aguirre ha sido el muñeco en manos de unos aduladores que le hicieron creer que era la Margaret Thatcher española, personaje al que, por cierto, admira tanto que le llegó a dedicar una plaza en la capital.

Esperanza Aguirre es la responsable total de todo lo que ha ocurrido en la Comunidad de Madrid en los últimos veinte años. Desde el famoso “Tamayazo” hasta la última detención de Ignacio González, y todo aderezado por un poder omnímodo.

La culpa que ahora se atribuye por no haber vigilado suficientemente a sus colaboradores, en realidad es la actitud de quién ha sido encumbrado y vive en una nube de fantasía rodeada de personajes sombríos y abyectos que le estaban haciendo la cama y que mangoneaban a sus espaldas. Ella hacía como que no veía nada, pero no es cierto. Ella era la máxima responsable de todo lo que estaba ocurriendo, por dos motivos. Uno, por la dimensión de los hechos; y dos, porque no se hacía nada sin su consentimiento. 


Pero una cosa hay que que reconocerle a Esperanza Aguirre. Ha dado la cara y ha dimitido. Tarde, pero lo ha hecho. ¿Estamos ante el adiós definitivo de la dama de hierro española? Tengo dudas.

Publicado en PontevedraViva.com el día 28 de Abril de 2017


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