sábado, 8 de abril de 2017

¡Paguen la factura y adiós muy buenas!

Pontevedra, 07 Abril de 2017

En marzo de 2019 Gran Bretaña saldrá definitivamente de la Unión Europea. Un país que se subió al tren europeo cuando éste ya estaba en marcha y en un momento muy delicado para ellos porque estaban en plena crisis política y económica, saliendo de una descolonización muy traumática.

Gran Bretaña ha disfrutado de enormes privilegios dentro de la Unión. Entró con condiciones a la carta, con privilegios en seguridad, en inmigración, no quisieron entrar en el euro, etc… Se les ha permitido de todo y ahora no se les puede consentir que se vayan sin más, al menos sin pagar la factura correspondiente. Una factura que la Unión tasa en unos 60 mil millones de euros pero que los ingleses rechazan diciendo que es Europa quien les debe a ellos 200 mil millones. Como vemos, de momento las posturas no pueden estar más alejadas.

Se abren dos años de dura negociación, y posiblemente el momento débil que vive la Unión Europea juegue a su favor. A ello se unen los intereses económicos de las grandes empresas europeas, que sin duda ayudarán a que la factura les salga más barata. Han cogido de Europa lo que les interesaba, han salido cuando han querido y no pagarán la factura que debieran pagar. Esperemos que nuestros representantes europeos se muestren inflexibles y exijan hasta el último euro de aquello que han recibido de más.

Theresa May no lo tiene fácil, pero seguro que finalmente saldrá en su ayuda la economía, porque las empresas alemanas, francesas o italianas con intereses en Gran Bretaña harán más fácil la salida y aflojarán la factura a pagar.

Los promotores del brexit, se han metido en un buen lío, porque de lo que le prometieron a sus conciudadanos al final habrá que ver que queda. Sin duda pensaban que les iba a salir gratis, pero hay muchos aspectos que no calcularon y para los que no tienen respuesta, a buen seguro porque no creían en que la ruptura se llevase finalmente a cabo. ¿Que va a pasar con las economías, las aduanas o los derechos de los ciudadanos? ¿Qué ocurrirá con los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido? ¿Y con los británicos que viven en territorio de la Unión Europea? ¿Qué va a pasar con Escocia, que hizo un referéndum de independencia y ahora tendrá que dejar la Unión por estar atados a Gran Bretaña? Plazos, justicia, fronteras, derechos laborales y un largo etcétera de aspectos que sin duda marcarán la agenda en los próximos dos años.


Pero la respuesta europea ha de ser contundente y dura para dar ejemplo. Los nacionalismos ultraconservadores europeos, que se propagan como el cólera y son euroescépticos, no pueden tomar aire por una actitud laxa de la Unión Europea ante esta decisión del Reino Unido. Si se quieren ir no hay problema, que paguen la factura y adiós muy buenas.

Publicado en PontevedraViva.com el día 07 de Abril de 2017


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