viernes, 27 de noviembre de 2015

¡Váyase, señor Besteiro!

Pontevedra, 27 Noviembre de 2015

Hace unos días se preguntaba un analista político en un diario porqué muchos políticos tienen un apego especial a la acumulación de cargos y se refería en concreto a la ferrolana Beatriz Sestayo, que a su acta de diputada unía, hasta hace bien poco, la de concejala en el Ayuntamiento de Ferrol. Me uno a la reflexión que daría para un debate interesante y nos aportaría mucha información antes de depositar las papeletas en las urnas.

Pero la duda que me surge está relacionada con el papel que el Secretario General del partido debería jugar en un caso como el de la otrora pluriempleada Sestayo. Hay un artículo en los estatutos del PSOE que dice aquello tan famoso de “una persona un cargo”, pero que muchos prefieren transformar en “dos cargos dos salarios”. ¿Por qué Besteiro no tomó cartas en el asunto, y apeló a su rango de jefe del partido para exigir una rectificación inmediata de la exdiputada?. Finalmente Sestayo dejó su cargo en el Parlamento gallego, pero no fue por la imposición de Besterio, sino empujada por la presión mediática y por alguna sugerencia interna con mayor ascendía que la del propio a Secretario Xeral. Algo así como, déjalo ahora que ya vendrá tu momento.

El de Sestayo ha sido el penúltimo caso que ha puesto de manifiesto la total incompetencia de Besteiro, que no tiene mando en el partido. El penúltimo, porque el último es el diputado provincial díscolo de Lugo, que está afiliado al PSdG pero vota para el PP.

Estamos a las puertas de unas elecciones generales y pronto vendrán las autonómicas, y el partido va camino del precipicio. Besteiro es ya un cadáver político que no aspira a nada que no sea salir indemne del juicio que le va a caer encima. Es un zombie que se arrastra de un lado para otro y que está en manos de la justicia y del PP. Su objetivo es convertirse en senador por designación autonómica, y ello, además de convencer a los suyos (si puede) pasa por la benevolencia del PP, para que se apiade de él y vote a su favor. Besteiro pretende obligar a la justicia a subir el listón de su imputación. En una palabra, busca el aforamiento.

Y ese es precisamente otro de los errores de Besteiro. Tiene todo el derecho a defenderse, y a utilizar todas las armas de defensa que el derecho le pueda ofrecer. Sin embargo, cuando predicas ser el gran renovador de la democracia, el salvador de la patria que nos hace falta porque te presentas como la solución de todos los problemas, tienes que ser muy cauto y pulcro, y ello incluye enfrentarte a la justicia de forma abierta y sin poner trabas.

Besteiro cuenta con cuatro imputaciones a sus espaldas y se muestra “contento” ante la posibilidad de que la Audiencia aparte del caso a la jueza que lo está llevando. ¿Cómo vamos a confiar en alguien que basa su defensa en eliminar a la jueza que debe juzgarlo? ¿Es ese el mensaje que quiere trasladar a la sociedad? ¿Por qué considera Besteiro “una buena noticia” la posibilidad de que la jueza De Lara sea apartada del caso? ¿Es posible que tenga razones para pensar que otro juez sea más benévolo con él por mayor cercanía a su partido? ¿Por qué dice que afronta ahora el futuro con “más tranquilidad”? Esa tranquilidad de la que presume Besteiro choca de frente con los cuatro delitos que se le imputan. Cuatro, señor Besteiro. Cuatro presuntos delitos, y de los que se escriben con mayúsculas.

Besteiro tiene que dimitir e intentar salir de todo esto con algo de dignidad y de paso, lavar un poco la imagen del partido, al que está arrastrando a la mayor debacle electoral de la historia de la democracia en Galicia. Pero no lo hará, porque para él todo es fruto de “un mal entendido”. Su cuádruple imputación, la interpretación de los estatutos del partido, la rebeldía de Sestayo, la del diputado provincial de Lugo, los resultados de las últimas elecciones municipales y, en definitiva, su elección como Secretario Xeral del partido, todo es fruto de un mal entendido. ¡Váyase, señor Besteiro!

Publicado en PontevedraViva.com el día 27 de Noviembre de 2015


El trío de la derrota socialista. Seatayo se mofó de su jefe, el cual bebe los vientos por el suyo (el de Madrid), que a su vez se encargará de hundir al partido a nivel nacional. Sobre estos pilares se asienta el futuro de nuestro país. 

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