András, 20 Octubre de 2022
Feijoo, como los equipos menores, le echa la culpa al empedrado
cuando no gana. Por eso se queja del tiempo que tenía para rebatir al presidente
del Gobierno en el debate celebrado esta semana en el Senado.
A Feijoo nadie le hurtó nada, ni nadie le dejó en inferioridad de condiciones y, mucho menos, nadie cambió las normas para ir en su contra. Todo lo contrario, se aplicó el reglamento de la Cámara Alta, como siempre se ha hecho hasta la fecha. El Gobierno dispone de más tiempo que la oposición en los debates, ahora y cuando gobernaba el PP.
Sin embargo, si esto es un problema, lo tiene muy fácil el señor Núñez porque, si como él augura, estos serán los últimos presupuestos de Sánchez debido a que él será el próximo inquilino de la Moncloa, cuando alcance ese privilegio, podrá introducir los cambios normativos y reglamentarios necesarios para mudar la situación. Es más, podrá hacerlo en el Senado y en el Congreso, seguro que contará con el beneplácito de todos los grupos parlamentarios (incluso el del propio PSOE) para facilitar a todos el mismo tiempo para la réplica que al propio gobierno.
Y, de paso, como él viene de gobernar en una comunidad autónoma en la que, mientras ejerció el poder disfrutó del mismo privilegio que ahora repudia, pude extender la medida a todos los parlamentos autonómicos. Será interesante saber qué opinan sus colegas de partido que estén gobernando en algunas comunidades autónomas. Por ejemplo, Isabel Díaz Ayuso.
El caso es que, si el presidente habló cuatro veces más que Feijoo, será porque tenía bastante más que decir y eso, quedó perfectamente demostrado.
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