viernes, 7 de febrero de 2020

Compitiendo por los valores republicanos

A Rúa Nova, 07 Febrero de 2020

Quien esperase alguna novedad en el discurso que el Rey pronunció durante la apertura del nuevo período legislativo, sin duda sufrió una formidable decepción. Porque lleva diciendo lo mismo desde que empezó a dar discursos, cuando todavía era Principe. Quizás la novedad más relevante es que, cada vez con más frecuencia, su mensaje sirve para dejar en evidencia a los independentistas, compitiendo con ellos en la defensa de los valores... republicanos. 

Los representantes de los grupos independentistas ni siquiera estuvieron presentes en el hemiciclo. Hicieron huelga, pero una huelga rara porque, que se sepa, no han renunciado al salario de ese día. En pandilla, como los traviesos de la clase, vinieron a reconocer que quienes deciden la estructura institucional de España, o determinan cuál es el papel que tiene el Jefe del Estado, afortunadamente, no son ellos. ¿Quién es Rufián para decir que la sociedad catalana, gallega y vasca rechazan, en su mayoría, a la Jefe del Estado? ¿A quién ha encargado semejante estudio sociológico?

Sabe Rufián que todo es una falacia, y que es precisamente la Constitución que está en vigor, la que hace posible que él mismo sea diputado nacional y que pueda utilizar el altavoz que le da esta condición para sembrar de mentiras la sala de prensa de la Cámara Baja.

Pero la deriva que están tomando, les está apartando, sin que se den cuenta, de los propios principios republicanos que tanto suelen mentar. ¿La libertad, la igualdad, el pluralismo, la tolerancia, el respeto a lo que piensan los demás, están en sus discursos y en sus acciones? Quizás su animadversión por el Rey les viene porque se ha convertido en uno de sus principales competidores en la defensa de esos principios porque, ¿no son los que siempre defiende cuando tiene la ocasión de pronunciar algún discurso? 

Los independentistas se dedican a malversar el derecho a la critica, convirtiéndolo en un insulto y en un desprecio a la Jefatura del Estado. Son la incoherencia llevada a la máxima expresión, porque ni defienden los valores republicanos ni los valores de izquierdas. Si algo tiene la izquierda es solidaridad, igualdad e internacionalismo, y eso es exactamente lo contrario de lo que representan estos grupos parlamentarios.

Detestan al Estado y a la Constitución, pero no dejan de ocupar sus escaños y, mucho menos, de percibir los suculentos emolumentos que ello conlleva. Dicen que Felipe VI no les representa, pero yéndose del hemiciclo son ellos quienes dejan de representar a los electores que les han votado. Y no hay que olvidar, que todos esos desprecios y desafíos se deben, en parte, a la debilidad del gobierno que ellos mismo sustentan. Por eso era tan importante la formación de un gobierno de concentración nacional formado por el PP y el PSOE más moderados. 

Publicado en PontevedraViva.com el día 07 de Febrero de 20120



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