viernes, 17 de agosto de 2018

Altura de miras

Pontevedra, 17 Agosto de 2018

No hay manera de que los políticos españoles maduren.Mientras no tengamos personas al frente de los partidos políticos con altura de miras, que antepongan los intereses comunes y de estado a los propios y de partido, no vamos a mejorar. La sociedad seguirá avanzando por la lógica inercia de los años, pero seguiremos siendo un país gris, del montón.

Mientras el PP continúe haciendo oposición con temas que son de interés general, mientras sigan tratando de ganar votos con asuntos estructurales, y mientras los votantes se sigan dejando engañar por ellos, no hay nada que hacer. 

Estamos permanentemente reclamando altura de miras a los políticos, pero lo cierto es que, en el día a día, no hay altura de miras. Lo único que se mira son los intereses electorales de cada uno,y en temas tan sensibles como la política antiterrorista o el acercamiento de presos, sin ningún tipo de escrúpulos. No importa provocar un incendio de la magnitud que sea, con tal de obtener un puñado de votos o, cuando menos, notoriedad mediática.

El tema del acercamiento de presos terroristas tendría que ser uno de esos temas a tratar con altura de miras.Este tipo de asuntos no pueden ser fruto de un acuerdo puntual del gobierno de turno con un socio temporal a cambio de unos cuantos votos en el Congreso. No se trata de ver a quién le parece mejor o peor que los presos de ETA estén más o menos cerca de su casa, sino que hablamos del cumplimiento de la ley. 

Durante años, en España se ha forzado la legalidad para mantener a los presos de ETA lo más lejos posible de sus familias. Ahora, que han dejado de matar, deberíamos reconsiderar esta situación antes de que algún tribunal europeo nos obligue a cumplir nuestras propias leyes. 

Porque lo que dice la Constitución es que las penas privativas de libertad están orientadas a la reinserción social de los presos; y lo que dice la ley orgánica penitenciaria, es que se debe evitar el desarraigo familiar de los presos. Y estas normas deben cumplirse para todos, no hay una diferenciación para los presos etarras. Nos guste o no, esto es así y la ley hay que cumplirla.

Hay presos etarras que tienen padre, madre, esposa, hijos… que no están condenados a nada y que tienen derecho a ver a sus familiares. Por tanto, lo normal es que a estas alturas de la historia, hubiera sido la propia Mesa del Pacto Antiterrorista la que hubiese acercado los presos a sus domicilios en cumplimiento de la propia ley, no porque lo reivindique nadie, sino porque hay una ley que lo obliga.

Pero esta normalidad es la que parece imposible que se dé en España, sobre todo cuando el líder de la oposición habla de la reinserción de presos, que es una medida legal, como un beneficio penitenciario, tratando de engañar a la sociedad en un intento de manipular y de utilizar este asunto con rédito electoralista. 

Publicado en PontevedraViva.com el día 17 de Agosto de 2018

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