Pontevedra, 10 Agosto de 2018
Pablo Casado va como un tiro. En menos de un mes desde su elección como presidente de los populares, ya tiene su propio “Caso Casado” por un máster que le han regalado.Además, la investigación ya va camino del Tribunal Supremo. Esto es lo que se llama llegar y besar el santo. ¿No querían un líder limpio que no estuviese manchado por la corrupción? Pues ahí lo tienen.
Dice la jueza en su auto, que ve “indicios de responsabilidad penal en la obtención del título y que ha quedado indiciariamente acreditado que el máster se utilizaba como regalo o prebenda a alumnos con una posición relevante en el ámbito político, institucional o que tenían vínculos estrechos de amistad o de carácter profesional”.
Esto lo dice la jueza en su auto, no son inventos de la prensa roja ni se trata de fuego amigo proveniente del bando sorayista. Casado por tanto, tiene problemas, como también los tienen los alumnos de la denostada Universidad Rey Juan Carlos,que de un tiempo a esta parte no levantan cabeza, y parecen contaminados por la suerte de quién le da el nombre a la Universidad.
De momento, el asunto lleva el mismo camino que el caso Cifuentes. Casado dice que tiene todo en regla y que él no hizo nada irregular; y los profesores, como no podía ser de otro modo, no recuerdan nada. Vamos, que estamos ante un nuevo caso de libro.
Al auto de la jueza, hay que sumar que hay otras tres alumnas en la misma situación que el líder popular, las tres imputadas, e incluso una de ellas admitió haber recibido el diploma sin haber hecho nada. Por tanto, mal se le ponen las cosas a Pablo, al que se le ha hecho de noche en muy poco tiempo, y se ha visto obligado a utilizar el kit de supervivencia del político,es decir, las típicas frases para sacarse el muerto de encima temporalmente.
La cosa es muy fea, porque nadie duda de su capacidad intelectual para obtener un máster, sino de los beneficios que disfruta por pertenecer al grupo de privilegiados que son los políticos. Esto huele mal Pablo, son muchas casualidades. Y todas juntas. Y todas te pasan a ti.
Sino, a ver, ¿a quién le ha ocurrido esto alguna vez? Haces un máster y pactas con el director que no es necesario que vayas a clase, que no hace falta que presentes el trabajo de fin de máster,que te van a convalidar 18 de las 22 asignaturas, que las cuatro restantes las aprobarás haciendo simplemente unos trabajos, sin necesidad de exámenes. Además, será el propio director quien te evalúe el resto de asignaturas y te pondrá un sobresaliente.
No cuela Pablo, y te han pillado como le pasó antes a tu colega Cifuentes.Y es que estas cosas os pasan por la ambición sin límites que tenéis. Porque, ¿para qué necesitabas ese máster? ¿Era tan importante para ti que tenías que saltarte todas las normas básicas de cualquier estudiante a sabiendas? ¿No te resultaba raro tanto privilegio? ¿No te preguntaste si el resto de alumnos estaban en tus mismas condiciones?
En fin, que Feijoo salga a calentar a la banda por si tiene que salir al campo. Quien sabe, ¿quizás no se presentó a las primarias porque sabía que esto iba a ocurrir?
Publicado en PontevedraViva.com el día 10 de Agoto de 2018
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