Pontevedra, 12 Noviembre de 2016
Es como se sienten más
cómodos, negando y prohibiendo cosas. La verdad es que de no ser así, no serían
los mismos. Igual que la cultura une a las personas, las religiones y la
política las dividen, y la Iglesia Católica no iba a ser una excepción.
La penúltima ocurrencia ha
sido decir que negarán el funeral religioso a aquellos fallecidos cuyos
familiares pretendan guardar sus cenizas en casa o esparcirlas por algún lugar
donde el difunto tuviera su última voluntad. Lugares que, por cierto, la ley
permite utilizar. Pero para la Iglesia Católica y sus dirigentes (más políticos
que espirituales) lo importante es poner pegas y dar pasos atrás en una
sociedad que, afortunadamente y muy a su pesar, avanza.
En este caso, reconozco que a
mi me han hecho un favor, porque no sabía como convencer a mis familiares de
que no quería un funeral religioso. Ahora estos, me lo han arreglado y solo me
queda apelar a la responsabilidad de los míos.
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