sábado, 19 de noviembre de 2016

El PSOE ante el espejo

Pontevedra, 18 Noviembre de 2016

Como a ellos mismos les gusta decir, El PSOE se ha descosido. Una expresión hortera con la que expresan que el partido ha dejado de ser lo que era para pasar a convertirse en un grupo de viejos dirigentes apoltronados, a los que se han unido unos cuantos adláteres más jóvenes, que han alcanzado unos puestos en las instituciones que nunca soñaron, y que se están cargando conjuntamente más de cien años de historia, de lucha contra las injusticias y de defensa de los intereses comunes.

El PSOE está secuestrado por la parte vieja del partido, la parte atada a los poderes económicos, que en el ocaso de su vida se arriman a posiciones más cómodas una vez que tienen las espaldas bien cubiertas.

Mucho tienen que hacer para devolver al partido al lugar del que lo han movido. Además ahora tienen una doble presión, la de la derecha y la de la izquierda radical. Ambas fuerzas empujan al PSOE con presiones diferentes pero que le obligarán a definirse lo antes posible.

En el pasado debate de investidura, los socialistas se indignaron con el discurso que Gabriel Rufián les tenía reservado. Sin embargo, su indignación fue exagerada, porque el catalán lo único que hizo fue poner al PSOE ante el espejo, y claro, a sus señorías socialistas no les gustó lo que vieron.

En su discurso no hubo insultos, ni palabras gruesas ni nada. Es más, Rufián se dirigió a la Cámara con una educación exquisita, pero con un ramillete de afirmaciones preñadas de lo peor que podían estarlo, de verdad. Y esto precisamente fue lo que molestó a los socialistas, escuchar unas verdades que los de deja con la moral por los suelos y con una cara de vergüenza enorme ante la totalidad de la ciudadanía, tanto los suyos como los adversarios.

Pero quizás lo peor no fue verse en el espejo de la verdad, sino el apoyo que les brindó la bancada de la derecha en forma de aplausos para reprobar la actitud del independentista. ¿Que es peor para el PSOE, estar hundido o recibir el aplauso de la derecha?

El PSOE está roto, pero no pueden culpar a nadie de ello. Nadie tiene la culpa de lo que le está pasando, al menos nadie que no sean ellos mismos. Está siendo devorado desde dentro por quienes piensan en sí mismos y no en lo que representa el partido (o representaba). En ese proceso de autodestrucción interno no dan una a derechas, o bueno una a “derechas” si que han dado, le han dado el poder.

Publicado en PontevedraViva.com el día 18 de Noviembre de 2016

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