sábado, 18 de junio de 2016

Seguiremos igual... de mal

Pontevedra, 17 Junio de 2016

Ya estamos de nuevo en campaña electoral, que es como la Navidad de los políticos porque todos sonríen, muestran cercanía, dicen lo que queremos oír, acuden a entrevistas, dan la mano por la calle, se quitan la corbata y en definitiva, muestran sus caras más amables aunque sean forzadas. Incluso es época para hacer el ridículo en cualquier acto hortera porque el fin bien lo merece: un sillón en el Congreso de los Diputados, bien pagado y muchos privilegios. Con la campaña no hay límite para la imaginación y largan por la boca todo el ideario del partido, culpando a los demás de todo sin reconocer los errores propios. En fin, el clásico comportamiento del político profesional, que habla y habla, pero no dice nada.

Y los ciudadanos volveremos a votar, habrá un nuevo Gobierno, pero seguiremos igual de mal. Porque nadie habla de los problemas de verdad del país. Nadie habla y lo que es peor, nadie tiene la intención de afrontarlos, no digamos ya resolverlos.

En plena campaña electoral no escuchamos una sola idea nueva para atacar los grandes problemas que tenemos. Nos piden nuestra confianza y nuestro voto, pero ¿para qué? Ningún partido nos dice como se va a resolver el problema de las pensiones del futuro, nadie propone una ley de educación seria que arregle el fracaso escolar que nos sitúa a la cola de Europa, nadie nos dice como va a adelgazar la administración pública. Nadie habla de los problemas que hay para reducir el gasto público.

Nadie nos dice como se va a poner coto a la corrupción galopante que se está llevando al país por delante. Ni nos dicen como se van a frenar las subvenciones a deportistas de élite o a colegios privados. Nadie nos dice cuando dejaremos de tener colegios concertados, cuando los políticos serán juzgados como cualquier ciudadano de a pie, o cuando se van a eliminar los aforamientos. Nadie propone reducir el número de ayuntamientos, eliminar diputaciones o anular las miles entidades supramunicipales llenas de cargos elegidos a dedo por los partidos políticos. Nadie piensa poner un salario fijo a los políticos, independientemente de la comunidad en la que trabajen. Nadie quiere eliminar las subvenciones a los partidos políticos, a los sindicatos y a la patronal. Ninguno propone cambiar el modelo productivo. Ninguno habla de medidas contra la pobreza. Ninguno quiere aumentar el salario mínimo. ¿Quién se preocupa por los trabajadores que son despedidos sin apenas indemnización alguna? ¿Quién lo hace por los autónomos, que no pueden ponerse enfermos? ¿Quién propone una medida sería y definitiva contra el fraude fiscal?


El partido que ataque clara y definitivamente estos problemas sin ningún tipo de clientelismo partidista tendrá mi voto, y seguro que el de muchos españoles. Pero insisto, ¿quién lo propone? ¿quién está dispuesto a erigirse como defensor de la ciudadanía en lugar de serlo del propio partido? La respuesta es dura: ninguno. Por eso volveremos a votar y volveremos a estar como antes, o peor.

Publicado en PontevedraViva.com el día 17 de Junio de 2016


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