Pontevedra, 18 Junio de 2016
Otro debate del siglo y otro frase del siglo. Mucho ruido
y pocas nueces. Se pasan el día hablándonos de un debate que será un nuevo hito
en nuestro país. Nos dicen que no ha habido nunca nada igual, que es
insuperable porque están los principales candidatos a la presidencia del
gobierno, y ¿total para que? Para nada. Es una estafa tremenda que no aporta nada.
Todo se queda en anécdotas insignificantes sin sustancia que no arreglan nada. Lo
más trascendente es lo anecdótico; con quien llegan al debate, con quien salen,
cómo visten, si llevan o no corbata, si se colocan a la derecha al centro o a
la izquierda. Si empiezan o finalizan el turno de palabra, qué hacen durante la
pausa, si se miran a la cara o si consumen más o menos segundos de tiempo. Con
todos los respetos, estupideces. Ni una sola propuesta interesante. Ideario
partidista que ni siquiera, en el caso de Rajoy, se aprende de memoria. Señores
candidatos, quédense con el debate para sus incondicionales, para aquellos que
les van a dar el voto sin hacerse preguntas. Los ciudadanos que no profesamos
la religión del seguidismo partidista, queremos medidas y soluciones a nuestros
problemas y los de nuestros hijos. Y de eso, por desgracia, ni palabra.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 18 de Junio de 2016
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