viernes, 1 de abril de 2016

El efecto Obama

Pontevedra, 01 Abril de 2016

“Visite la Cuba de Castro antes de que sea demasiado tarde”. Este podría ser el eslogan que las autoridades de la isla utilizasen para aprovechar el tirón turístico antes de que se abran definitivamente al capitalismo. Algo que antes o después tenía que ocurrir y que era solo cuestión de tiempo. Se están empezando a ver pequeños signos de cambio, y la reapertura de las relaciones bilaterales con EEUU podría ser el paso definitivo.

Sin embargo, no va a ser un viaje sencillo el que realicen los cubanos, de hecho, poco después de que el presidente americano concluyera su visita, se produjo un incidente entre varios manifestantes y la policía que reafirmó que las tensiones existentes no son fáciles de aliviar. Es como si el régimen quisiera, por un lado abrirse a los nuevos tiempos, pero por otro sintiera la necesidad de ser el de siempre. No olvidemos que estamos ante un régimen dictatorial que carece de instintos reformistas. Por tanto, cualquier cambio, por nimio que sea, va a ser una lucha en sí mismo.

Es cierto que se han producido algunas mejoras, incluso en los métodos coactivos y represivos que utilizan para conservar el poder. Uno de los más significativos ha sido la eliminación del permiso de salida para viajar al exterior. Otro cambio importante son las largas condenas de prisión con las que se castiga a los adversarios políticos desde los inicios de la revolución; hoy son raras. Digamos que ahora las detenciones se siguen produciendo pero por menor tiempo, con menos maltratos físicos y con la puesta en liberad de los “rebeldes” al cabo de unas horas o unos días.

Pero los cambios en Cuba no se basan en un reconocimiento de errores por parte de la dictadura caribeña, sino más bien como todo lo contrario; son actos oportunistas que no limitan su poder, sino que sirven para mostrar una cara más amable hacia la comunidad internacional.

Con la visita Obama, muy querido por cierto en la isla, todo cambió. Llegó rodeado de empresas estadounidenses, que acuden a la fiesta con ganas de repartirse el pastel. Detrás de ellos llegarán cientos de vuelos entre ambos países y turistas con dólares ansiosos de gastarlos. Digamos que la apertura de Cuba al capitalismo no es un acto social, sino económico.

Obama ha sido como una corriente de aire fresco. Con él llegaron los Rolling Stones y por unos días Cuba soñó con ser un país normal. Pero qué pasará tras el paso de Obama. ¿Qué quedará? ¿Continuará Castro con la intención de cambio o volverá a lo de siempre?

Tras la partida del Air Force One, una pregunta quedó flotando sobre la cabeza de los cubanos: ¿cuánto durará el efecto Obama?

Publicado en PontevedraViva.com el día 01 de Abril de 2016



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