Pontevedra, 08 Abril de 2016
Que
hay buenas y malas personas es algo obvio. Que las malas suelen campar a sus
anchas también lo es. Pero no lo es menos que las buenas destacan, quizás por
su escasez. Quería dedicar este espacio a homenajear a un hombre bueno, a quien
fue esposo ejemplar que supo estar a la altura de la exigencia que la vida le
tenía reservada. Manolo Gálvez acaba de cumplir sus cincuenta primeros años, y
en mi nombre y en el de todos los que le quieren, le deseo mucha salud y fuerza
para poder disfrutar de todo lo que la vida le debe. Transcribo los versos que Javier
Vidal, uno de sus buenos amigos, le dedicó. Felicidades AMIGO.
En las montañas de Pandora la leyenda nos cuenta
Que vivía un dragón volador que fue a cumplir
cincuenta
Y los humanoides que lo querían y adoraban de
verdad
Se reunieron y crearon un grupo de whatsapp
Y votaron en asamblea rodeados de animales
Y el icono del grupo pasó a ser de carnavales
Prepararon una gran fiesta de esas de sentarse a la
mesa
Pero alguno se fue de la lengua y ya no fue
sorpresa
Aquellos seres de tres metros y rasgos felinos en
la cabeza
Se enemistaron con un okupa que les quería vender
cerveza
El patriarca que vive en Lugo se quiso subir a un atril
Y les propuso dos fechas y salió el 2 de abril
La tribu debatía y se podía montar una buena
Y descartaron la comida pues todos querían cena
Y eligieron comer carne los más en aquel poblado
Pues a Pandora hacía tiempo que no llegaba el
pescado
En el planeta Polifemo que tenía un fuerte olor a
hollín
Se inclinaron por el Rías en lugar del Cafetín
Pero los nativos más juerguistas se temieron por un
momento
Que en el Rías la hora extra les costara un
suplemento
Incluso algunos humanoides sin pantalones ni faldas
Se montaron en el dragón y volaron hasta Caldas
Y allí jugaron al paintball en condiciones tan
malas
Que los nativos rompieron los huesos y el dragón
las alas
Después estos seres de piel azul y ojos con fulgor
amarillo
Se lo llevaron de vinos y pasaron por el Campillo
Y desde entonces en Pandora un dragón asumió el rol
Que hasta allí había tenido el loro Ravachol
Mas la ficción nos engaña pues un dragón no bebe
vino
Y es que este ser es muy humano y además taurino
Se puso al frente de una peña que se hizo llamar
Vandallos
En la que él era el Presidente y los demás sus
lacayos
Y que acudió durante lustros al coso de San Roque
Primero con el PP y luego con el Bloque
Siempre con la seña que define a una peña taurina
Y que aquí es honrar a la Virgen Peregrina
Y aun cuando en la plaza no siempre respondieran
las reses
Ya que algunas igual bebían pues salían haciendo
eses
Mas están en la memoria esos días en que de pie
todo vandallo
Aplaudía a los toreros y a Petete en el caballo
Con más sabiduría de lo que la gente se imagina
Pues conocía los secretos del arte de chicuelinas
Si bien alguno sólo iba a insultar a los picadores
Delatado por su gaseosa y sus sprays de colores
O aquel otro que viajaba de burdel en burdel
Y que con el paso de los años fue nombrado coronel
Sin obviar al vendedor de alfombras y que ni está
ni se le espera
Pues a la peña dejó tirado por los bolardos de
Mosquera
Palmas de fiesta en la plaza cuando se oían los
acordes
De aquel Luis Cobos que todos llamaban Moldes
Y las cenas en Casa Rivas que tenía karaoke también
Y que servían para que la peña acabara haciendo el
tren
Y el Alsir de Guillermo un local donde el hachís
Era un juego de mesa como las damas o el parchís
No era fácil presidir sin tener sed de poder
Cuando estaba de moda Rumasa y también Miguel Boyer
Manipulando aquellos sobres que recogía sabemos
dónde
Cuando estaba de moda Banesto y también Mario Conde
FELICIDADES a quien esta noche quizás se duerma con
una canción de cuna
Para soñar que un toro que fue dragón se había
enamorado de la luna
Publicado en PontevedraViva.com el día 8 de Abril de 2016
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