sábado, 11 de mayo de 2024

El manicomio blanco

András, 11 mayo de 2024


El Madrid está muerto. En la banda, el técnico del Bayern, que esta vez no luce gorra y chándal, se relame y aprieta los puños. Ha progresado algo, parece que tiene la presa entre sus manos, y sueña con la gloria. Sin embargo, aunque él todavía no lo sabe, continúa en proceso de evangelización. La gloria tiene dueño.


En pleno trance, su colega Carlo, un hombre tranquilo, mastica la enésima caja de chicles con las manos en los bolsillos mientras escucha atentamente el mensaje de su hijo Davide: "Hay que meter a Joselu, papá". Papá no tarda en obedecer. 


Joselu no cobra cifras multimillonarias, tampoco es una super estrella, simplemente, es madridista desde que lo parió muy madre. Se acaban de abrir las puertas del manicomio. El Coliseo madridista ya ha retorcido el pulgar hacia abajo dictando muerte. 


En medio de la locura, en la grada muchos besan ese escudo redondeado con tantas copas de Europa a sus espaldas. Se aferran a lo más sacro, a una cofradía de fieles bautizados en la fe. Aquí, hasta el mismísimo Bayern de Múnich, da la sensación de existir simplemente porque sin villano no puede haber héroe. Es como un simple extra, que cuenta con el privilegio de ver de cerca la penúltima resurrección blanca.


Nacho, el chaval de la casa, en el manicomio, da el pase a Rüdiger quien, en un giro de tobillo extraordinario acerca la pelota a Joselu, el galleo que, como casi todos, tuvo que emigrar antes de volver a casa, el madridista de cuna, que la empuja dando un pase a la red para materializar lo que es el puro Real Madrid. ¡Gol de Joselu! 


Todo lo que ocurre escapa de lo racional, pero son tantas y tantas veces, que sería injusto hablar de apariciones divinas. Ya no aparecen, viven encerradas en el templo que con mayor deseo las evoca.


Rüdiger, que tardó en abrazar el madridismo, recibe el abrazo de Lucas con un mensaje: "Querido Toño, esto es el Madrid, y esto el Bernabéu". Aquí, todo el que pasa se convierte en el juguete de un tirano. Se le ilusiona, se le infunda una creencia y se le da muerte con crueldad. La locura en el manicomio blanco. Puro Real Madrid.



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