La banalización de la violencia machista

András, 12 Agosto de 2022

El asunto de los pinchazos ha provocado que la policía se esté camuflando de paisano entre la gente, con la intención de disuadir a los indeseables que practican esta nueva y lamentable moda. A pesar de que hasta la fecha no se ha podido demostrar que se esté inoculando sustancia química alguna, solo el hecho de utilizar esto con el fin de amedrentar y coartar la libertad de las mujeres, ya es condenable.

Como todo lo malo, se ha propagado como la pólvora por todos los lugares de España, y se trata de una nueva costumbre que apesta a machismo rancio, al que hay que poner coto cuanto antes. El problema que subyace de fondo, es la banalización que, por parte de algunos jóvenes, se hace de la violencia contra las mujeres, y ese sí que es un problema de mayor calado y que requiere de una solución bien diferente. 

Los pinchazos son un delito, más allá que se inoculen o no sustancias. Es una forma de violencia y supone la inaceptable violación de la intimidad de las mujeres, que están hartas de tener que protegerse cuando salen a la calle o cuando van de fiesta. Hay que enterrar la idea de la educación a las mujeres para su protección. La educación que hay que ejercer es la de los “machitos” que se creen con derecho a hacer con ellas lo que les plazca. 

Es evidente que la mejor prevención pasa por la educación, sobre todo la de ese altísimo porcentaje de jóvenes que no creen que la violencia de género exista porque la consideran un invento ideológico. Hay que contrarrestar el discurso negacionista de la violencia de género y educar a todos los niños y niñas desde la infancia y la adolescencia para que entiendan que las relaciones deben ser igualitarias, consentidas y sin violencia. De lo contrario, nos seguiremos encontrando con este tipo de situaciones en el futuro.

El problema es que mientras haya partidos políticos que niegan la evidencia, como Vox, y otros que coquetean con ella demostrando una enorme irresponsabilidad, como el PP, seguiremos sumidos en este pozo de violencia y atraso que, por triste que parezca, cada vez nos iguala más a la sociedad de los años cincuenta.

Publicado en PontevedraViva.com el día 12 de Agosto de 2022