András, 17 Abril de 2022
Bienvenido
Hace unas semanas, tuvo lugar una nueva conferencia de presidentes, y al fin el presidente de la Generalitat tuvo el honor de honrarnos con su presencia. Pere Aragonés, al que le gusta de hacerse de rogar, en esta ocasión hizo acto de presencia porque le dijeron que se iba a hablar de Ucrania. Por supuesto, si fuera para hablar de España no hubiese ido, ¿a quién le interesa eso? El desprecio a las instituciones por parte de ciertos partidos políticos y sus representantes, debería estar castigado por la ley.
Son responsables
El partido al que Esteban Pons define como extrema derecha y del que Moreno Bonilla dice que es anti autonómico, es el nuevo socio del PP en el Gobierno de Castilla y León. Pero eso es solo el principio, vendrán más y si lo necesitan para gobernar España, también lo harán. Vox es una parte del PP, la más peligrosa para ellos y para España, pero la responsabilidad de tenerlos controlados corresponde a la derecha moderada, la que ahora Feijoo dice representar.
Van a pillar
Tiempos nuevos, normas nuevas. Así reza el mensaje que la DGT nos muestra en todas las pantallas de las carreteras españolas. ¿No deberían decir mejor “tiempos nuevos, normas viejas”? Porque las normas que nos venden como nuevas, son las mismas que ya había, pero más caras. En lo único que se diferencian de las anteriores es el el importe de la sanción si te pillan. En realidad, de eso se trata, de pillarte, escondidos detrás de unos setos o jugándose la vida para meter el radar detrás del pilar de un paso elevado en la autopista. Si realmente quisieran prevenir, apostarían por la formación y la educación. Pero como lo que quieren es recaudar, se esconden y van a pillar.
Euforia injustificada
Hay una euforia desmedida en el PP tras entregarle el poder absoluto del partido a Feijoo. Y es entendible, porque viniendo de donde vienen, tienen motivos para soñar con una remontada. Lo preocupante es la ola de optimismo que con Feijoo parece que recorre el país, incluso en aquellos que no son votantes de la derecha. Sin embargo, quienes ven en él el maná hecho persona, deberían ser cautos, y no confundir la aparente moderación de Feijoo con un cambio brusco en la actuación del partido que representa. Los que vivimos en Galicia y llevamos años sufriendo sus gobiernos, sabemos de la diferencia entre ambos conceptos. Es verdad que Feijoo actúa de forma tranquila, habla con tono bajo, no grita y suele medir sus declaraciones, pero sus políticas son de corte claramente clásico conservador. De derechas de toda la vida, para entendernos.
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