viernes, 29 de mayo de 2020

Absurdo y contraproducente

András, 29 Mayo de 2020

El Gobierno lleva mucho tiempo instalado en el desacierto, cometiendo errores de cálculo y errores de comunicación. Es verdad que es el primer gobierno que se tiene que enfrentar a una situación semejante, pero no es menos cierto que es difícil hacer las cosas peor, y últimamente van de error en error hasta que acaben cometiendo el que podría ser definitivo. 

La perplejidad es absoluta cuando, estando en estado de alarma, con miles de muertos, el Gobierno se dedica a discutir sobre el coste del despido. ¿Estamos de verdad preocupadnos, a estas alturas, por una reforma laboral? ¿Pero qué estupidez es esta? En este momento, no solo es un debate contraproducente sino que es absurdo. 

Y aunque fuese el momento, ¿una cosa tan importante como tratar de derogar toda una reforma laboral se hace en un pacto secreto a la vista de los ciudadanos? ¿Qué tienen que esconder?

Se trata, sin duda, de un disparate mayúsculo, extraordinario, un enorme y,  posiblemente definitivo error. Una metedura de pata de estas características, en política, alguien lo tiene que asumir, y tiene que hacerlo de una forma que sea suficientemente reparadora para la ciudadanía.

La primera víctima es el propio presidente, porque se queda en una pinza entre dos vicepresidentes, quedando obligado en algún momento a hacer un descarte y eso, no se puede quedar ni en el silencio, ni diluirlo con argumentos banales que disminuyan el grosor que tiene esta monumental metedura de pata.

La duda que nos plantea este jaleo radica en saber quién manda en el Consejo de Ministros. No hablamos de un error disculpable, de un error de interpretación o del típico malentendido. Se trata de un desafío concreto del vicepresidente Iglesias a la autoridad del presidente Sánchez. 

Fue la propia vicepresidenta Calviño quien tachó de absurdo y contraproducente el asunto, aportando algo de sensatez a la pelea política. Y por tanto, igual de absurdo y contraproducente le debe parecer lo que firmaron Adriana Lastra y Echenique con Bildu. Y absurdo y contraproducente también debe ser lo que tienen firmado los socios de gobierno como parte del acuerdo de la coalición. 

De un soplo, han pulverizado la comisión para la reconstrucción y se han cargado su propio discurso que hablaba de buscar el acuerdo de todos los partidos políticos para el programa económico que necesita España para superar esta nueva crisis.

Lo de siempre, una clase política enfrentada en guerras cainitas, solo preocupados por imponer su ideología, y sin un ápice de panificación, pacto ni visión de futuro.

Publicado en PontevedraViva.com el día 29 Mayo de 2020



No hay comentarios:

Publicar un comentario