viernes, 22 de mayo de 2020

Gamberreando

András, 22 Mayo de 2020

Es obligado poner el foco en las personas que tienen una responsabilidad pública y que están jaleando actuaciones como las de los últimos días en Madrid. En realidad, los que se han manifestado son una enorme minoría quiénes, igual que hay personas que niegan las vacunas o que dicen que la tierra el plana, pueden pensar que no es tan importante lo del coronavirus y que exijan salir a la calle porque no creen que se pueda contagiar a nadie. Es lícito pensar así, lo que no es de recibo es que una autoridad pública los jalee y aliente para que pongan en riesgo las vidas de los demás. 

Era previsible que las condiciones de unidad con las que entramos en la pandemia no se mantuvieran, pero en tan poco tiempo era difícil de imaginar a la derecha española alimentando un discurso según el cual, España es, poco más o menos que una dictadura.

La democracia no está suspendida en España, estamos bajo un estado de alarma aprobado por un parlamento democrático y por mayoría absoluta. Se puede y se debe criticar al gobierno, desde la oposición, desde los medios de comunicación, pero la exageración y la hipérbole hace que algunos mensajes negativos calen ente los ciudadanos que están en una situación difícil.

Tampoco se está recortando la libertad de empresa, pero como tenemos encima una plaga brutal que ya ha matado a casi 30 mil personas y que puede hacer que nos contagiemos y que muramos otros tantos, las autoridades toman decisiones para limitar los movimientos, igual que se hace en otros países del mundo pero en los que, a diferencia de aquí, cuentan con el apoyo y la lealtad de toda la oposición. 

Mucho menos se está limitando la libertad de expresión, ni muchos otros derechos que, desde la derecha se dice día sí y día también por la exageración permanente en la que viven.

Ademas, la responsabilidad que teníamos hasta la fecha era bastante fácil de cumplir, el problema viene ahora, cuando empiezan a abrirnos la mano y a permitir una mayor movilidad. Y justo en este contexto, cuando de verdad tenemos que demostrar que somos capaces de comportarnos conforme a la gravedad de los hechos, nos encontramos a la mitad del segmento político gamberreando y, cómo no, con la presidenta del epicentro de la pandemia, amenazando con manifestaciones y haciendo suyo el famoso apreteu de Torra. 

Las manifestaciones del barrio de Salamanca son importantes porque en ellas cristaliza un discurso que la derecha lleva repitiendo y, según el cual, el gobierno está aprovechando la pandemia para aplicar una agenda oculta que incluye eutanasia, recortes de derechos, perpetuarse en el poder, etc... 

En definitiva, de nuevo la derecha con discursos y teorías conspirativas absurdas y aprovechando cualquier cosa para hacer política. 

Publicado en PontevedraViva.com el día 22 Mayo de 2020



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