viernes, 8 de febrero de 2019

Localismo absurdo

Pontevedra, 08 Febrero de 2019

Cada vez que leo noticias sobre el incremento de pasajeros en el aeropuerto de Oporto en contraposición a la caída de los tres gallegos, no salgo de mi asombro.Pero lo que más me preocupa es saber qué pensarán nuestros dirigentes (todos los que han tenido algún tipo de responsabilidad en el asunto) cuando leen tales noticias. 

Supongo que ellos, a pesar de no reconocerlo porque son presa de las estrategias partidistas, son conscientes de que lo que se ha hecho en Galicia ha sido un enorme error. Posiblemente ya sabían que lo era cuando lo perpetraron y eso, hace que la rabia sea aún mayor. ¿Qué esperábamos? ¿Hay algún país en el mundo con tres aeropuertos en una distancia de apenas 200 km para poco más de dos millones de habitantes? Y en caso de haberlo, ¿hay alguno rentable y que pueda ofrecer en los tres una buena oferta de vuelos?

Haríamos bien, en primer lugar, reconociendo que hemos sido presa de un localismo absurdo y de las equivocadas decisiones de políticos mal aconsejados, casi siempre más movidos por los favores partidistas que por los consejos de asesores profesionales con visión de futuro. A los políticos suele pasarles como a los malos periodistas, aquellos que no permiten que la realidad les estropee un buen titular. Pues en Galicia los políticos han sido sido presa de la propaganda, y no han dejado que la realidad, les estropease un programa electoral atractivo.

¿Como va a haber una compañía aérea que ponga tres vuelos al mismo destino desde tres aeropuertos tan cercanos? Es de locos. La única forma de que funcione (y mal) es con subvenciones. ¿Pero por qué tenemos que pagar a las compañías para que vuelen desde nuestras ciudades y luego pagar los billetes más caros?Esa es otra de las incongruencias del asunto. 

Con los aeropuertos gallegos sucederá lo mismo que con algunas autopistas. Pagamos para construirlas, pagamos por utilizarlas y pagamos por rescatarlas.

Seamos realistas y asumamos que nunca vamos a ser competitivos con tres aeropuertos. La solución es sencilla pero costosa. Cerrar los aeropuertos de Coruña y Vigo, construir un servicio de cercanías ferroviario de verdad (pueden copiar el modelo de cualquier país centroeuropeo serio, Austria, por ejemplo) y empezar de cero. No hay otra solución. Todo lo demás serán parches que tragan mucho dinero pero que no resolverán nada. El problema es el de siempre, ¿quién se atreve a tomar la decisión sin pensar en los costes políticos?

Publicado en PontevedraViva.com el día 08 de Febrero de 2019


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