Pontevedra, 16 Marzo de 2018
Con este
asunto de las pensiones, tengo la sensación de que nos toman el pelo y que los
políticos nos hablan del tema como si nos hicieran un favor. Como si se tratara
de una limosna que nos dan en vez de considerarlo un derecho. En realidad, con la pensión recuperamos una parte de lo
que hemos estado pagando durante tantos años, aunque para nuestros dirigentes
parece más bien que se trata de un donativo. Es lo que tiene ver las cosas
desde una situación de privilegio absoluto.
El caso es
que la propia Constitución establece un sistema de pensiones universal que
cubra las necesidades que motivan su existencia, es decir, los recursos mínimos
de una persona para la vida diaria normal. ¿Cubre
las necesidades de una persona una pensión de 650 euros, o incluso de 400 o
300? Evidentemente no, y por eso estamos ante un nuevo incumplimiento
constitucional. Uno más.
Los
españoles nos hemos dado un mandato que no vamos a cumplir y el PP niega ese
derecho poniendo como excusa que tenemos un problema matemático, diciendo que
no hay dinero suficiente. Y eso no es verdad, no es un problema matemático ni
demográfico. Se trata de un problema
político.
Hay que volver
a hacer un pacto político de grandes dimensiones. No un pacto de derechas o de
izquierdas, sino un gran pacto político
porque no se jubilan los de izquierdas o los de derechas, se jubilan todos.
Un pacto transversal donde se entiendan las pensiones como un derecho, no como
una dádiva.
Es mentira
que el sistema publico de pensiones no tenga solución. Todo lo contrario, hay
dinero de sobra, lo que pasa es que hay
que racionalizar el gasto y destinarlo a aquellas cosas que realmente aportan
valor añadido a la sociedad. Se despilfarra dinero por intereses
partidistas que nada importan a los ciudadanos.
Dejen de
engañarnos, dejen de asustarnos y, sobre todo, dejen de amenazarnos tratando de
condicionar nuestro futuro. Los planes de pensiones privados no son la
solución. Al menos para la sociedad actual, sometida a un empleo precario y mal
pagado, con una ley laboral que nos estrangula y que abarata el despido. ¿Quién
se puede hacer un plan de pensiones que le garantice una jubilación? ¿Qué
intereses tienen quienes tratan de fomentar que nos tiremos en brazos de los
bancos? No queremos planes de pensiones. Queremos
pensiones dignas porque nos las hemos ganado y porque el dinero que nos
devuelven es nuestro, no es un regalo.
Publicado en PontevedraViva.com el día 16 de Marzo de 2018
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