viernes, 9 de marzo de 2018

Gràcies Jordi

Pontevedra, 09 Marzo de 2018

El periodismo es una profesión extraordinaria, y como en todas las profesiones, hay gente mejor y peor, profesionales más y menos brillantes. Jordi Évole es uno de los brillantes, que hace que la profesión se dignifique con reportajes y entrevistas que traen consecuencias. Es un experto en sacar los colores a los políticos, en incomodarlos, llegando a ponerlos en evidencia.

Para ello utiliza una técnica sencilla, consistente en realizar preguntas con respeto pero sin complejos, tirando del hilo, sin aceptar la típica respuesta que se utiliza para cortar el tema, o un argumento que no esté relacionado con la pregunta efectuada. Así de fácil y demoledor.

La pasada semana le tocó a Feijoo hacer el ridículo ante Évole. Feijoo, es un experto en responder lo que quiere sin escuchar las preguntas que le hacen. No porque no las entienda, sino porque no le convienen. Cada mañana se prepara un discurso y lo va soltando por ahí sin que nadie le interpele. Esta es una ventaja de la política sobre otros trabajos, donde puedes tener serios problemas de subsistencia si no das respuestas convincentes. Aunque comparar la política con los trabajos reales no tiene sentido porque son mundos paralelos.

Por eso Feijoo hizo el ridículo ante Évole, porque fue expuesto a una serie de preguntas a las que no supo responder, se puso nervioso, entró en contradicciones y argumentó de forma increíble. Le ocurrió hablando de la sanidad o la educación pública, los incendios o sus amistades peligrosas con contrabandistas locales.

¿Es creíble que Feijoo tenga un hijo pero que no dependa de él si éste va a ir a un colegio público o privado? ¿O que culpe a su pareja de dar a luz en un hospital privado? ¿Es creíble que cuando toda Galicia sabía a que se dedicaba Marcial Dorado porque la prensa de la época lo decía cada día, Feijoo no supiera nada? ¿Un dirigente político de primera línea como él, no se entera de nada? Por eso Feijoo hizo el ridículo y tuvo que tragar saliva más de una vez.

Sinceramente pensaba que saldría mejor parado de este envite, porque a pesar de que tiene muchas cosas que explicar, podía haber preparado algún tipo de discurso más convincente. Sabía a quién se enfrentaba, pero pensó que con las respuesta de manual que suele utilizar en el día a día tendría suficiente.

¿Le habrán dicho sus asesores que hizo el ridículo? Posiblemente no, porque saben que sus votantes no van a cambiar su postura por esto. Seguirá gobernando y posiblemente su carrera política continúe creciendo, pero hemos visto sus carencias, su falta de argumentos y sus contradicciones. Gràcies Jordi.

Publicado en PontevedraViva.com el día 09 de Marzo de 2018


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