Pontevedra, 08 Diciembre de 2017
Con la llegada del puente de diciembre se da el
pistoletazo de salida a la Navidad. Lo que
empezó siendo una fiesta puramente religiosa, se ha convertido en la gran orgía
del capitalismo. Para la mayoría de la gente, la Navidad es una excusa perfecta
para dejarse llevar por el consumismo extremo, para gastar lo que tienen y lo
que no tienen, para cometer excesos de los que les costará recuperarse y, sobre
todo, para dar la razón a quienes les inducen a tales excesos.
La Navidad es
una pose, un tiempo en el que la gente disimula que es feliz, en el que desea buenos
propósitos a quien no soporta, finge que todo va muy bien, presume de lo que come
y de lo que gasta, pero por encima de todo, se lanza al consumo.
Puede que esté exagerando, pero lo que observo estos
días, mucha gente que corre de un lado para otro con bolsas en las manos, con
cara de agobio, como si fuesen contrarreloj, me hace pensar que no todos lo
hacen por decisión propia, sino que de alguna manera están abducidos por un halo consumista del que no son más que simples y
obedientes adeptos.
Es normal que en estas fechas haya un mayor consumo, pero
yo pienso en quiénes nos incitan a todo esto. Tras esta enorme crisis, después de despedir a millones de personas,
después de bajar los salarios al resto y de darnos una patada para que no
siguiésemos escalando a la cima donde viven los de siempre, después de colocar
de nuevo a la clase media en la casilla de salida, llega la Navidad y todos
volvemos al redil del consumo. Da igual si se puede o no, simplemente
volvemos a entregarles lo poco que tenemos, lo poco que nos han dejado.
Apelan al corazón de la gente y generan una competencia
entre todos que la mayoría no puede soportar, cayendo en el consumo solo porque
sí. Enlazan Halloween, ‘Black Friday’,
la Navidad y las rebajas de enero para dejarnos los bolsillos vacíos.
¿Qué pasaría si la crisis fuese de abajo hacia arriba?
¿Qué ocurriría si hubiese una huelga del consumo? Resulta difícil responder a
estas cuestiones, sobre todo porque parece imposible que ello pudiese ocurrir. De
momento, como siempre, la mayoría
consumista a pasar por el aro. Feliz consumo.
Publicado en PontevedraViva.com el día 08 de Diciembre de 2017
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