Pontevedra, 02 Diciembre de 2016
Dicen que Rajoy ha puesto al
frente de los principales ministerios a personas con capacidad de diálogo
porque se enfrenta a una legislatura con necesidad de pacto. Esa misma teoría
debería aplicarla con el portavoz del grupo popular en el Congreso, donde va a
ser igual de necesario mostrar una cara amable y buenas palabras para sacar la
legislatura adelante. Sin embargo, ahí el criterio no parece el mismo, ni tampoco
que a Rajoy le preocupe, más bien todo lo contrario.
Me refiero ínclito Rafael Hernando, que hace las veces de “portacoz” del PP
en el Congreso. Hernando acaba de protagonizar uno
de esos episodios lamentables de la política española, realizando unas
declaraciones impropias de quién se supone formado e informado, y que además
representa a muchos millones de españoles. Sin necesidad alguna se ha vuelto a
enfangar, que es un terreno en el que se mueve muy bien. La verdad es que este hombre destila
una inquina y un rencor fuera de lo normal, y su cara le delata.
Pero no deberíamos de
extrañarnos, porque no es la primera (ni será la última) vez que insulta y
agrede verbalmente. Recordemos que este señor acusó a los familiares de represaliados
franquistas de acordarse de sus muertos porque había subvenciones para
encontrarlos. Unas declaraciones que de ser el
nuestro un país serio le hubiesen costado su carrera política, como mínimo.
Tras el fallecimiento de Rita Barberá, la reacción del PP ha sido
lamentable, subiéndola a los altares y obviando todo lo que hasta hace unos
días se había dicho de ella. Rita, que se
había convertido en un problema para el partido en un momento en el que se
negociaba con Ciudadanos el documento para la investidura de Rajoy, pasó de
“ser la mejor” a ser denostada, apartada y olvidada; algo que a ella le tenía
personalmente muy molesta. Pero Rita falleció y el PP, por boca de su portavoz
parlamentario, se ha permitido el lujo de decir que los medios de comunicación,
a los que calificó de hienas, han sido responsables de la presión y la tensión
a la que se vio sometida la ex alcaldesa, provocándole la muerte. Dijo que se convirtió en el “pim pam
pum” de los medios y que Rita había sido vilmente linchada desde el punto de
vista mediático y político. ¿Se puede ser más vil y oportunista? Pero no se quedó ahí y dijo “espero que sirva para algo su muerte y de
reflexión para todos”. Hernando no es proporcional, ni políticamente correcto.
Es ventajista y trata de aprovechar una muerte para beneficio de su partido.
El PP es experto en aprovechar
cualquier circunstancia para su interés, y su historia está llena de ejemplos
(utilizó el terrorismo como arma política mientras le interesó). Ahora pretenden hacer del dolor una
exculpación de los errores y presuntos delitos de la baronesa valenciana, y por
elevación del propio PP. Posiblemente
la mala conciencia que tenía Hernando y otros compañeros del partido le hicieron
iniciar una caza de brujas y tratar de legislar en caliente. Buscaban un mártir y Rita fue la
elegida.
Publicado en PontevedraViva.com el día 02 de Diciembre de 2016
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