Pontevedra, 12 Agosto de 2016
Está claro que en este país la
partida de la política se juega con dos barajas diferentes. Una la del PP, y la
otra la de los demás partidos políticos. Por eso la derecha puede hacerse con
algún as de la baraja común, pero a mayores tienes los suyos que utiliza a
conveniencia según le interese. Así, por ejemplo, lo que en otros es
indefendible, para el PP es altura de miras y patriotismo.
Ahora, cuando el país lleva
casi un año en parada técnica porque no son capaces de conformar un Gobierno
que tome las riendas de una vez por todas, vuelven a jugar con las dos barajas
y poniendo las instituciones al servicio partidista de sus propios intereses,
amenazan con congelar la investidura hasta que los demás cedan y le entreguen a
Rajoy el mando del país. Actúan con prepotencia y sacan a relucir el doble
rasero, tomando para ellos con enorme caradura, lo que antes negaron y
exigieron a los que intentaron un pacto para la gobernabilidad.
Si Sánchez tenía que cerrar un
acuerdo en media hora, Rajoy puede retrasar la investidura el tiempo necesario,
con la complicidad la presidenta del Congreso, para presionar a los demás, y
que por agotamiento le entreguen el poder en bandeja. Como siempre, ese es el
sentido de la responsabilidad y de Estado que tiene la derecha, pero que ellos
llaman, manejo impecable de los tiempos.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 12 de Agosto de 2016
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