Pontevedra, 26 Enero de 2018
Tras las
elecciones catalanas, ha llegado el
momento de dar forma a la voluntad popular configurando una mayoría
parlamentaria que, mientras no se diga lo contrario, es la única que vale para
formar gobiernos.
Han sido
unas elecciones legítimas y con todas
las garantías democráticas. Nadie ha votado coaccionado, a nadie se le ha
pegado por ir a votar y a nadie se le ha obligado a hacerlo. Pero, ¿suponen un
final de trayecto o simplemente un cambio de vía?
PDeCAT y ERC son los verdaderos ganadores porque van a gobernar, que es
lo que importa.
Son dos partidos diferentes, pero que en el Parlament funcionan como uno solo,
como un rodillo que aplasta lo que haga falta para conseguir sus objetivos, y
sus primeros movimientos tras las elecciones no atisban ningún cambio en sus
intenciones.
Lo primero ha sido nombrar un presidente del Parlament igual de radical que su
antecesora, que colaboró con ella en la pantomima ilegal de la anterior legislatura,
en el desprecio a las leyes, al Parlament y a los derechos de la oposición. De
momento, como primera medida, se ha
reunido con un fugado de la justicia española para saber de sus intenciones
sobre la posibilidad de que se postule como presidente. Y ese es su segundo
objetivo, convertir a Puigdemont en presidente ausente para mantener viva la
falacia del presidente en el exilio.
El rodillo independentista se ha
vuelto a poner en marcha, y harán lo que
sea necesario sin importarles lo más mínimo la legalidad, porque la única
legalidad vigente para ellos es la que les da la razón, aquella que les
contradice no les interesa.
Ellos continúan con su relato. Puigdemont habla más desde Bélgica que
Mariano desde Madrid. Cada día está en los medios y presenta un nuevo
capítulo del acoso español. Lejos de caer en el olvido, cada vez tiene mayor
presencia. ¿Y dónde están los partidos constitucionalistas? ¿No ha ganado
Ciudadanos las elecciones? ¿Dónde está el PSOE? ¿Y el PP? ¿Todavía está
constituido como partido político en Cataluña? ¿Es que la única solución que se
le debe exigir al presidente del Gobierno es atenerse a lo que digan los
jueces?
Los independentistas llevan el
peso de los acontecimientos, marcan la iniciativa política, y los partidos
constitucionalistas, solo han sido capaces de trasladar a sus votantes una sensación
de enorme impotencia; es decir, de derrota. Como será la cosa, que la resistencia se ha quedado en manos de
Tabarnia.
Publicado en PontevedraViva.com el día 26 de Enero de 2018
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