domingo, 12 de febrero de 2017

¿Realidad o ficción?

Pontevedra, 10 Febrero de 2017

Podemos ha entrado rápido en la política española, pero igual de rápido podría salir. Dicen que están para quedarse, que es inevitable que sigan adquiriendo fuerza y que ya no hay marcha atrás en el proceso de pluralización de la política española, que no es más que un reflejo de la propia sociedad. Una sociedad muy diversa que no se circunscribe a derecha e izquierda, lo que pasa es que solo teníamos dos opciones de voto que aglutinaban una amalgama de ideologías diferentes.

Coincidiendo con la próxima celebración del famoso Congreso Vistalegre 2, donde Iglesias y Errejón al más puro estilo de los viejos partidos, se pelean por el poder, anda un amigo mío empeñado en convencerme de las bondades de Podemos, a quienes ve como los salvadores de la clase baja, golpeada por los recortes del PP y la apatía y los complejos del PSOE. Para ello, suele utilizar los típicos tópicos con los que el partido de Iglesias ascendió a los cielos de la política: hay que acabar con la corrupción, la justicia debe ser igual para todos, hay que repartir los beneficios de la banca, hay que prohibir los desahucios, etc.....

Sin embargo, a mí me surgen muchas dudas que acrecientan mi desconfianza hacia un partido que de momento ha demostrado tener más de asociación ideológica para debatir sobre ciencia política, que de partido político preocupado por resolver los problemas de la gente.

¿Es posible tener en España una banca pública? ¿Se puede prometer que se someterán a la consulta popular todas las decisiones relevantes del gobierno? ¿Es posible hacer una auditoría ciudadana a la banca? ¿Puede un gobierno acabar con los paraísos fiscales? ¿Se puede prometer una renta básica para todos los ciudadanos? ¿Puede un Estado ofrecer viviendas a todos los ciudadanos por mucho que lo diga su Constitución? ¿Tratar de imponer un salario mínimo y máximo a las empresas es un ejemplo para premiar la productividad, el esfuerzo o el talento personal? ¿Es justo prohibir los despidos en las empresas que tienen beneficios? ¿No sería esto la funcionarización del ámbito privado? ¿Cómo piensan financiar las pensiones prometiendo jubilaciones a los sesenta años? ¿Puede un Estado dejar de pagar su deuda pública solo porque la considere ilegítima? ¿Se puede obligar a los ahorradores que han comprado más de una vivienda a ponerla en alquiler? ¿El exceso de intervencionismo estatal que propone Podemos no podría desencadenar en una sociedad totalitaria? ¿No es Podemos un lobo con piel de cordero que ha convencido a cinco millones de votantes con medidas populistas que no puede cumplir?

Solo hay una forma de que puedan demostrar que lo que dicen es posible. Y es gobernando. Sin embargo, por lo visto hasta el momento, en aquellos sitios donde ya han alcanzado el poder, no parece que tengan mucho margen de maniobra y se les ve más empeñados en discutir de banalidades que de los problemas reales.


¿Por qué no acaba de ser creíble su discurso? ¿Por qué generan tanta desconfianza?

Publicado en PontevedraViva.com el día 10 de Febrero de 2017


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