Pontevedra, 03 Febrero de 2017
El Gobierno no
se cansa de atizar a los españoles con impuestos. Pagamos por todo, dos y hasta
tres veces por lo mismo si es necesario, porque cada Administración quiere su
parte. También permite que las empresas energéticas nos saque el dinero que nos
sobra después de entregar a Montoro una buena parte de lo poco que ganamos. Las
compañías eléctricas campan a sus anchas y hacen con nosotros lo que quieren. Ponen el precio a su gusto, reciben
subvenciones del Estado para explotar los recursos naturales de todos y luego
nos sangran subiendo los precios cuando más necesitamos la energía. Deberíamos
pagar una cuota fija hagamos uso o no del servicio. Esto, en cierto modo ya es
así.
Lo mejor es apagar la luz, no poner la lavadora,
iluminarnos con velas y meternos pronto en cama. Así ahorraremos energía y podremos centrarnos en la natalidad que es
otro problema que hay que resolver y al que Rajoy aún no le ha dedicado tiempo
a pensar.
Estamos ante un problema de calado que comenzó cuando se
les ocurrió privatizar la electricidad. ¿Deben
ser privatizados servicios como la energía o los transportes? ¿Cómo puede
depender el precio de la electricidad de si llueve, de si hace sol o de si el
viento sopla o deja de soplar? ¿Por qué
de una vez por todas un Gobierno no interviene para acabar con esta situación?
¿Por qué no vuelven a modificar el sistema de precios aprobado el año pasado si
no funciona? ¿Por qué no reducen la presión sobre los ciudadanos? ¿Cómo van a hacer algo, si probablemente acabarán
trabajando en esas compañías?
Menos mal que en España tenemos a Rajoy, que al frente
del Gobierno defiende los intereses de los ciudadanos y siempre está a la zaga
de nuevas ideas para la búsqueda de soluciones. Primero fue la ministra Báñez
la que se encomendó a la Virgen para que bajase el paro. Y ahora es el propio Mariano quien, con una idea extraordinaria, pide que
llueva para resolver el problema del coste de la energía. ¿Quién en Europa ha
tenido una idea mejor? Nadie, porque invocar a la lluvia solo está a la
altura de muy pocos, y nosotros tenemos el privilegio de contar con uno de
ellos dirigiendo los designios del país.
Pero no se quedó ahí, porque interpelado por un periodista
si tenía pensado alguna medida adicional además del deseo de la lluvia, Mariano dijo que “en esta vida no todo
depende del Gobierno”. Hay que tener cara. Al menos, finalmente llovió.
Publicado en PontevedraViva.com el día 03 de Febrero de 2017
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